El equipo interdisciplinario de geólogos e ingenieros civiles que desde hace más de dos meses viene trabajando en la realización de un estudio integral del suelo de la antigua laguna local (actualmente seca) con el objeto de recuperarla y devolver a la ciudad el espejo que le dio originariamente su nombre, declaró a esa zona como “terreno apto”.
De esta manera, el ambicioso proyecto presentado por el intendente Fernando Boldú se reactivará nuevamente, restando sólo culminar las negociaciones con los cuatro productores rurales de la región que poseen las tierras en cuestión.
Cabe recordar, tal como publicó LA MAÑANA en ediciones anteriores, que la laguna no forma parte del patrimonio de la Municipalidad ni del gobierno provincial, ya que es propiedad de los productores de la zona rural. Por este motivo, el Departamento Ejecutivo viene manteniendo reuniones con los cuatro propietarios, para tratar la donación de unas 93 hectáreas de su región y poder empezar con las obras lo antes posible.
Según señalaron desde la Municipalidad “las negociaciones están en buen puerto, pese a que originalmente se habló de donar unas 40 hectáreas y ese número fue en aumento, mientras los profesionales contratados por el municipio relevaban la zona necesaria para recuperar el histórico espejo de agua. Hasta el momento, dos de los cuatro productores nos dieron el sí, y aún estamos esperando la respuesta del resto”, explicó Boldú.