El director brasileño de Itaipú, Ing. Agr. Jorge Miguel Samek, nunca le habrá llevado una rosa a su profesor de ingeniería forestal de la Universidad Federal de Paraná (UFPR), Joaquim Severino. Pero le entregó un proyecto medioambiental de casi 16 millones de dólares para “distraerse en las microcuencas de las aguas del Carapá.
El escándalo salpica al mismo Samek, a Víctor Bernal, al ex ministro de la Seam y ex ministro de Agricultura Alfredo Molinas, y al ex ministro de la misma Seam Carlos López Dose.
Documentos, fotos, planillas y hasta facsimilares extraídos de websites complican seriamente a todos ellos.
Desde el 2004 hasta ahora el Consorcio Internacional Agraria SA (CCT SA) ha venido siendo contratado en forma directa por la Seam para ejecutar cinco convenios que repetidamente se han ido firmando entre Itaipú y la Secretaría del Ambiente. El convenio habilitaba a que Seam recibiera los millonarios fondos y entregara a una empresa que podía ser elegida por dicha Secretaría.
De hecho fue la Seam la que 24 horas luego de haber firmado el primer Convenio 7527 en el 2004 por valor de unos 750.000 dólares, contrató en forma directa al Consorcio Internacional Agraria SA (CCT SA). Este consorcio tiene como socias a dos empresas, una brasileña y otra paraguaya. La brasileña se llama AGRARIA ENGENHARIA E CONSULTORIA SA y es de propiedad del ingeniero agrónomo Joaquim Severino, ex profesor de Samek en la Universidad Federal ubicada en Curitiba, Brasil.
La otra empresa paraguaya se llama CONSULTORIA CONSTRUCCIONES Y TRANSPORTE S.A. - C.C.T. SA) y aparece como principal directivo Miguel María Masi.
Sugestivamente, el Consorcio Internacional fue conformado casi siete meses antes de ser elegido por la Seam para ejecutar la obra. Con “visión de futuro” constituyeron la sociedad en mayo del 2004 y recién fueron contratados en octubre de ese año: al día siguiente de que Itaipú y Seam firmaran el primer convenio.
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