La Cancillería argentina se apresta a dejar sentada en la ONU la extensión de sus derechos sobre el lecho marítimo del territorio antártico argentino. Y ya advirtió que "objetará" cualquier presentación británica que involucre en ese tema a las islas Malvinas. Mayo de 2009 es la fecha límite que puso la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) para que todos los paises que cuentan con costas marítimas presenten reclamos de extensión de las actuales 200 hasta las 350 millas, aproximadamente.
En el Gobierno aseguran tener la casi totalidad del trabajo técnico de procesamiento e interpretación de datos para presentar "en tiempo y forma" en la ONU sus informes sobre la plataforma continental argentina ante la Comisión de Límites (CLPC), que depende de la Convemar. Ayer, hablaban de principios de 2009 "a más tardar". Es en respuesta a las críticas que, desde la oposición, señalan fallas y lentitud en los trabajos de las comisiones de Cancillería.
La Argentina y el Reino Unido tienen reclamos superpuestos sobre territorio de la Antártida. Por eso, voceros de Relaciones Exteriores le dijeron a Clarín que el Gobierno "objetará" cualquier presentación británica que involucre a las Malvinas. Y revelaron, además, que la presentación nacional ante la ONU para extender la plataforma continental incluirá "obviamente" al Sector Antártico Argentino, además de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur "por ser parte del territorio nacional".
El reclamo de derechos sobre los lechos marinos es un tema muy sensible a nivel internacional, sobre todo en los casos donde hay disputas de soberanía. Es el caso de Argentina con Gran Bretaña en Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. También con los británicos, además de con los chilenos para el caso antártico, porque se superponen territorios reclamados.
Con su planteo ante Convemar, las naciones del mundo también podrán pedir los recursos disponibles en las aguas, como petróleo y gas, hasta los 350 millas de sus costas. Lo que no se entiende del reclamo que hará Argentina sobre el territorio antártico, como el que podría hacer Gran Bretaña, es que todo ello es considerado violatorio del espíritu del Tratado Antártico, que por décadas ha buscado congelar los reclamos internacionales de soberanía sobre el Continente Blanco.
A diferencia de la estrategia que ahora plantea el Gobierno, en mayo, Londres comunicó a la ONU que por ahora no reclamará derechos de soberanía sobre el lecho marino que rodea al llamado Territorio Británico Antártico, pero se reservó el derecho a hacerlo en el futuro. Y comunicó que aún evaluaba cómo proceder respecto de Malvinas y Georgias del Sur, que se presupone reclamará.
El miércoles, Londres presentó su pedido de extensión de derecho territorial alrededor de la isla Ascensión, que forma parte del territorio de ultramar de Santa Elena, frente a las costas africanas.
La señal no pasó inadvertida por el Gobierno argentino, que rápidamente salió a advertir que defenderá "plenamente nuestra soberanía en el mar y nuestros recursos de plataforma".
Críticas desde la oposición
Una de las más agudas críticas al trabajo científico de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental, pero también al desempeño general del Gobierno en la cuestión de delimitación de la plataforma continental argentina, proviene de Mario Cafiero. El ex diputado es la cara visible del llamado Grupo Ulises, integrado por un equipo interdisciplinario argentino, que no duda en tildar de literalmente "menesteroso" el estado de la comisión ministerial, a once años de su creación.
Pero lo más importante, dicen, es que el organismo ha recurrido a buques extranjeros "de oportunidad" para el proceso de recopilación de datos, que podrían caer en manos de otros países, los que quedarían con información de "enorme valor estratégico" sobre nuestra plataforma continental y sus hidrocarburos. La Cancillería reconoció a este diario la utilización de barcos de otros Estados en el proceso científico, pero niegan que ello dañe la soberanía. Aseguran que con ellos se hicieron trabajos laterales.
Mucho en juego
Walter Curia
Según los estudios técnicos de la Cancillería, con este reclamo la Argentina podría extender su plataforma continental en más de 1,5 millón de kilómetros cuadrados. Dos tercios de esa superficie corresponderían al lecho marino continental; el resto, al de la Antártida, novedad que da a conocer hoy Clarín. El reclamo sobre el sector antártico, aunque desconoce el espíritu del Tratado Antártico, se superpone al que el Reino Unido, como anticipó la prensa británica, se reserva a hacer en el futuro, lo que anticipa un nuevo motivo de disputa. Lo que aquí está en juego son los recursos naturales y la proyección económica que presentan esas áreas apenas exploradas. Sólo un ejemplo: la expansión del límite marino hasta las 350 millas en la latitud del golfo de San Jorge alcanza la franja de longitud donde Brasil acaba de descubrir los enormes yacimientos que prometen convertirlo en una potencia petrolera. Hay mucho en juego.
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