La ponderación del impacto y una estimación detallada de las pérdidas por cultivo y tipo de ganado, fue realizada por la Secretaría de Planificación y Evaluación de Resultados para el informe de la emergencia en la provincia presentado por el gobernador a la presidenta Cristina Fernández antes de su última visita a la provincia.
El informe revela que el déficit hídrico de la zona alcanza a los 600 milímetros que se deben sumar a los 1000 milímetros anuales menos que llovieron el año pasado, en el análisis de una serie histórica que confirma la profundización de los extremos hídricos que confronta la provincia, hoy con el 23 % de su territorio afectado por la falta de lluvias extremas, sin precipitaciones importantes en los últimos siete meses.
‘Teniendo en cuenta las pérdidas en la producción ganadera ($ 347.386.294) y agrícola ($ 298.786.092), la incidencia económica generada por las condiciones de déficit hídrico que afectan a la provincia alcanzan a $ 646.172.387. A su vez, si se considera que las actividades primarias y, dentro de éstas, la agricultura y la ganadería generan alrededor de 1.586 millones de pesos, las pérdidas equivalen al 41% del PBG sectorial’ detalla el informe al que tuvo acceso este diario.
Se explica allí que la reiteración de sequías incide sobre la vulnerabilidad de los sistemas productivos agropecuarios, situación agravada por la escasa difusión y aplicación de prácticas apropiadas para el manejo de agua, suelo y vegetación a nivel predial. ‘Los efectos negativos se acentúan en los establecimientos donde no se realizan
rotaciones, se produce el excesivo laboreo de los suelos y el sobre pastoreo de los campos ganaderos resulta predominante. Las obras de infraestructura vial y de servicios que fueron construidas sin tener en cuenta el sentido de escurrimiento natural de las aguas y los desmontes realizados de manera indiscriminada contribuyen a agravar estos problemas‘ apunta para graficar el creciente déficit hídrico de la provincia en los dos últimos años.
El informe pondera las pérdidas en las diferentes categorías de ganado bovino, apuntando la muerte de más de 87 mil cabezas (ver cuadro) por un total de pérdidas económicas en el orden de los 347 millones de pesos.
‘Las pérdidas económicas totales (directas) ocasionadas por la sequía en los sistemas ganaderos de la provincia ascienden a 347.386.294 pesos, tomando en consideración los valores de mercado para las diferentes categorías ganaderas. A la cifra anterior debería adicionarse las pérdidas asociadas al costo de recomposición de los rodeos y la disminución de la productividad, fenómeno que se manifestará con toda su intensidad en las campañas siguientes, fundamentalmente debido a que el mayor porcentaje de mortandad se registra entre las vacas de cría‘ anota el trabajo ponderando una gravedad del impacto más profunda y con secuelas en ciclos productivos futuros.
Por otra parte, se pondera que las pérdidas económicas ocasionadas por la sequía en la agricultura chaqueña ascienden a $ 298.786.092, tendiendo en cuenta la pérdida asociadas a los costos de implantación y protección de los principales cultivos ($ 93.122.592) y la producción esperada y no comercializada ($ 205.663.500).
Un cuarto de la provincia
El informe señala que si bien el déficit hídrico se registra en toda la provincia, la sequía se ensañó en un sector que representa el 23 % del territorio provincial, la zona
más crítica está comprendida por los Departamentos F. J. Santa María de Oro, Chacabuco,
12 de Octubre, O’Higgins, Tapenagá, Mayor J. L. Fontana, San Lorenzo y San Fernando,
los que totalizan una superficie de 23.096 km2.
‘Las situaciones de extremos hídricos que caracterizan al ambiente chaqueño están
influenciadas por el sistema hídrico que presenta numerosos elementos de anormalidad que inciden sobre el drenaje. A esto se suma el desequilibrio en la distribución de las
precipitaciones a lo largo del año que produce variaciones en el régimen hidrológico, siendo responsable de la presencia o ausencia de acuíferos aptos para el aprovisionamiento de agua. En este marco, en las zonas donde no abundan los cursos de agua, el escurrimiento superficial debe almacenarse para satisfacer el consumo humano y productivo‘ se anotó en el informe que llegó a la presidenta de la Nación.
|
|
|