Después del inédito fallo judicial por el que la Justicia condenó al gobierno provincial a realizar el saneamiento de un acueducto en Vicente López contaminado con plomo y cromo, todo parecía retomar los caminos lógicos. Sin embargo, a un mes de la decisión jurídica, los vecinos de la zona se muestran sumamente preocupados por las demoras en los trabajos gubernamentales. La razón es que la causa fue sometida a dos recursos aclaratorios de las partes, y recién esta semana se puede saber a ciencia cierta cuál será el futuro.
Mariano Aguilar, abogado de la parte denunciante, explicó a Hoy que la aclaración que solicitaron consistió en el pedido para que se notificaran de la situación a la totalidad de los municipios provinciales. La solicitud fue desestimada enérgicamente por la Justicia, así como también la de la administración bonaerense.
Sin embargo, aún no todo es para celebrar por parte de los vecinos. La sentencia se terminó de cumplir una vez acabados los pedidos aclaratorios, así que aún no se cumplieron los diez días. Y la Provincia aún tiene tiempo para solicitar un recurso extraordinario que vuelva toda la causa atrás. “Puede pedir la nulidad de la sentencia, entre otras cosas, aunque por cómo se vino dando la situación lo veo sumamente inviable”, manifestó Aguilar. “Es casi imposible que la Corte vuelva atrás con toda la situación”, resumió el letrado.
La empresa es Diacrom SA, y constituye un punto clave de la red de la compañía AySA, que abastece a 1,5 millones de personas. Forma parte de la enorme red de empresas que, según una investigación periodística, contaminó el 70% de las napas de la Provincia. Este dato no es más que un número si no se tiene en cuenta que son más de 6 millones las personas damnificadas por estos casos.
Los pasos que se esperan son el motivo por el que los vecinos no piensan bajar los brazos. El gobierno bonaerense deberá realizar “un procedimiento inmediato de resanación del daño ambiental encontrado”, según la misma resolución judicial, y si la administración Scioli se ve imposibilitada de llevarla adelante, la empresa deberá indemnizar sustitutivamente al Fondo de Compensación Ambiental, como especifican los artículos 28 y 34 de la ley 25.675.
La empresa, que funciona allí desde 1956, se dedicaba al cromado de metales. Como quedó demostrado en el fallo de hace treinta días, contaminó la red de agua corriente no sólo de Vicente López, sino también de San Martín, San Isidro, San Fernando y Tigre. La Justicia había dictaminado que desde el gobierno bonaerense se haga lo necesario para que cese el “envenenamiento” del agua. Y la causa por la que no perjudica sólo a Vicente López es técnica: bajo la empresa se encuentra emplazado un río artificial construido hace unos treinta años, cuya función es distribuir el agua que luego la empresa concesionaria (AySA) ofrece a los demás partidos afectados.
La gente de la zona aguarda esta se-mana como trascendente. Y están pensando en recurrir nuevamente a la Justicia. “Los vecinos analizan la posibi-lidad de presentar acciones legales contra el gobierno bonaerense por daños y perjuicios, ya que hay gente que sufrió muchos problemas por este caso de contaminación”, anticipó Aguilar.
Una situación peligrosamente triste
Se calcula que más del 60% de las napas del Conurbano están contaminadas, en algunos casos con sustancias altamente cancerígenas. El mayor problema es la falta de cloacas
Los datos que arroja la realidad son más que preocupantes. Según expertos, entre el 60% y 70% de las napas del conurbano bonaerense están contaminadas.
Las napas y acuíferos se ven envenenados por sustancias altamente peligrosas como nitritos y nitratos, que son el resultado de los desechos biológicos, y metales como el cromo o el plomo, que son altamente cancerígenos. Estos últimos son los que se encontraron en Vicente López, por la contaminación de Diacrom SA.
Expertos coindicen en que el mayor problema es la falta de saneamiento, debido a la falta de una red de cloacas en más de la mitad del Conurbano. Se estima que en barrios grandes como La Matanza, por ejemplo, sólo el 15% de la población cuenta con ellas.
También se estima que el 30% del Gran Buenos Aires carece de agua de red, por lo que se proveen de bombas con agua cuya profundidad va de los 40 a 100 metros. En las más precarias la profundidad es menor y las napas altas, las más contaminantes, hacen peligrar la salud de las familias afectadas.
|
|
|