Una grave sequía, la peor en 20 años, afecta gran parte del territorio de Argentina y ya ha causado la muerte de 700.000 cabezas de ganado bovino y pérdidas por unos $700 millones en las cosechas de trigo y maíz, según cálculos preliminares públicos y privados.
Datos meteorológicos oficiales indican que las lluvias por debajo de lo normal se vienen registrando desde 2007 como consecuencia del fenómeno de "La Niña", que se conjugó con un invierno (austral) muy seco, reseñó el diario argentino La Nación.
La ganadería también sufre por la sequía una reducción del índice de preñez y la degradación de las condiciones comerciales internas por la venta obligada de animales para faena, que deprime los precios y conlleva la liquidación de hembras. La actividad tambera mermó 30%.
El pasado 22 de agosto el gobierno argentino declaró en emergencia y anunció el envío de fondos a cinco provincias agrícola-ganaderas afectadas.
Tras una reunión de la presidenta Cristina Kirchner con los gobernadores de las provincias más afectadas, el gobierno anunció el desembolso de 3,6 millones para Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Chaco.
La siembra de trigo retrocedió 30% en Buenos Aires y La Pampa, 25% en Córdoba y 20% en Santa Fe y Entre Ríos.
También se espera una reducción de entre 5 y 10% en el de maíz y un aumento de alrededor de 14 y 18% en el de girasol. |
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