Los gobiernos provinciales siguen sacando cálculos sobre los graves efectos de la sequía que afecta a los campos de todo el país. Desde Buenos Aires ya habían advertido que las pérdidas alcanzaban los $ 340 millones, mientras que ahora Corrientes da cuenta de mermas por $ 100 y en Chaco superaría a los $ 650 millones.
Sin dudas que el caso chaqueño es el de mayor gravedad. La falta de agua que sufre el sudoeste de la provincia suma pérdidas por más de $ 650 millones por pérdidas en la producción ganadera y agrícola de la zona. Esto significa una quita de 43% del producto bruto normal de la actividad a la economía chaqueña.
Según el informe de impacto realizado por la Secretaría de Planificación y Evaluación de Resultados del gobierno de Jorge Capitanich, el déficit hídrico de la zona alcanza a los 600 milímetros, que se deben sumar a los 1.000 milímetros anuales menos que llovieron el año pasado.
Actualmente, 23% del territorio de Chaco está afectado por la falta de lluvias extremas, sin precipitaciones importantes en los últimos siete meses. Teniendo en cuenta las pérdidas en la producción ganadera ($ 347.386.294) y agrícola ($ 298.786.092), la incidencia económica generada por las condiciones de déficit hídrico que afectan a la provincia alcanza los $ 646.172.387, según los datos oficiales publicados por el diario «Norte».
La agricultura y la ganadería generan alrededor de $ 1.586 millones en la provincia, por lo que las pérdidas «equivalen a 41% del PBG sectorial», detalla el informe oficial. En lo que respecta a las pérdidas en las diferentes categorías de ganado bovino, se incluiría la muerte de más de 87 mil cabezas. En agricultura, la pérdida asociadas a los costos de implantación y protección de los principales cultivos abarca unos $ 93.122.592 y la producción esperada y no comercializada, $ 205.663.500.
En Corrientes, en tanto, la actividad ganadera es la más afectada por la intensa sequía, con pérdidas a razón de $ 92.873.246.
Días atrás, el gobierno de Buenos Aires había informado sobre pérdidas en torno a $ 340 millones. «De la pérdida estimada para la producción ganadera, agrícola y apícola en el sur y sudoeste de la provincia, dos tercios, unos $ 200 millones, se relacionan con pérdidas, tanto de superficie que directamente no pudo sembrarse, de trigo sembrado que se perdió y de disminución en los rendimientos de los cultivos», detalló el subsecretario de Asuntos Agrarios, Fernando Vilella.
En la zona afectada, donde los rindes en épocas de buen clima alcanzan a los 1.500 kilos por hectárea, la escasez de lluvias genera que se esperan rindes de 500 a 800 kilos por hectárea, según calculó el gobierno bonaerense. Hasta el momento las precipitaciones son 50% menos que las registradas el año pasado en la provincia.
Por su parte, en el norte del territorio de Buenos Aires la superficie sembrada en trigo cayó 30% y los rindes disminuirían hasta 50%.
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