La administración municipal del servicio de agua en la ciudad se encuentra en su momento de mayor tensión política de los últimos cinco años.
En este contexto, el Ente Municipal de Obras Sanitarias (EMOS) anunció que ejecutará, por primera vez, bienes de 300 clientes por deudas acumuladas.
Al organismo sanitario le deben los usuarios unos 58 millones de pesos. Además el EMOS tiene 20 mil demandas en trámite judicial, muchas de las cuáles se encuentran con sentencia firme. Por eso accionará con pedidos de remate y embargos. Será contra aquellos incumplidores con lograda capacidad económica.
El titular del EMOS, Tulio Giambastiani, informó la decisión de actuar sobre las primeras 300 sentencias firmes al equipo jurídico que tiene el respaldo del intendente Jure.
El funcionario destacó: “Mientras sea director las intimaciones no se van a volver a frenar”, como ocurrió a pedido de los partidos antes de las elecciones.
Las medidas incluyen a empresas, instituciones y particulares que mantienen millonarias deudas con el organismo. Se señaló que se avanzará con quienes tienen capacidad de pago y mayores ingresos, aunque no precisó los tiempos de las acciones.
El déficit mensual del Ente Municipal de Obras Sanitarias (EMOS) alcanza los 200 mil pesos mensuales y el porcentaje que se factura mensualmente es del 48 % del total de cedulones.
Cabe recordar que hace 12 días, el Concejo Deliberante aprobó un aumento de entre el 11 y el 18 por ciento en la tarifa de agua potable. A pesar de que hace 4 años el gobierno de Benigno Rins formó un equipo de abogados que se dedicarían únicamente a bajar los índices de incumplimiento en el EMOS, lo cierto es que actualmente la deuda a cobrar representa 2,6 presupuestos completos del ente municipal.
La cifra en el aire se compone de 28 millones de pesos que se han llevado a la Justicia y aguardan por una resolución.
Pese a que numerosas demandas judiciales iniciadas por el EMOS tuvieron sentencias favorables en los últimos años, no hubo decisión política para ejecutarlas vía remate. El ex gobierno de Benigno Rins anunció varias veces esos procedimientos extremos, pero nunca se concretaron. Es más, en el Palacio Municipal dicen que al equipo de abogados le convenía dejar que la deuda corriera, para lograr que los morosos se inscribieran en una refinanciación y entonces cobrarles los honorarios que salen de la primera cuota.
Según dejaron trascender funcionarios de alto nivel del EMOS, los otros 30 millones de pesos son deudas que se acumularon en los últimos años y que aún no se han convertido en demandas. En breve, el gobierno enviará un proyecto al Concejo Deliberante para que los abogados que hoy trabajan como un equipo independiente en el EMOS pasen a la órbita de la Fiscalía municipal.
El déficit de la empresa se produce porque, todos los meses, tiene la obligación de aportar 450 mil pesos al fideicomiso municipal de obras públicas. En realidad, tiene un superávit primario de 250 mil pesos. El ente municipal fue, desde los ‘90, la estrella de la administración municipal: eficiente, bien administrado, con altos porcentajes de inversión.
Pero en los últimos años, las cuentas se fueron deteriorando y terminaron no sólo con déficit mensual sino con un 75% del presupuesto destinado a pagar sueldos. Esa cifra había estado, históricamente, en el 35% y ahora según planteó Giambastiani rondaría el 50%.
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