La generación de sus turbinas cubrirá las demandas de varias plantas industriales radicadas en la zona.
Cuarenta años han pasado aproximadamente desde el último ingreso de agua a la vieja usina hidroeléctrica que la ex Agua y Energía instaló en el faldeo norte del pueblo de Campo Quijano.
Dicen que una crecida no controlada terminó con los alabes de las tres turbinas que funcionaban en la original estructura de 800 metros cuadrados de piedra canteada. La obra de ingeniería del complejo aún se mantiene intacta a pesar de los años que lleva fuera de servicio.
En 1921, a fin de generar energía hidroeléctrica para la población de aquel entonces, sobre el río Toro se construyeron tomas de agua que bordean los cerros de Quijano a lo largo de unos cuatro kilómetros.
Por esos años la realidad del país derivó en la postergación del crecimiento y el desarrollo de la zona, justo cuando el pueblo comenzaba a crecer con el ferrocarril y la explotación minera del borato.
Hoy ese letargo está a un paso de quedar atrás con el proyecto de reactivación que lleva adelante la empresa Generación Quijano, con una inversión privada de 2 millones de dólares. En sólo 18 meses, de acuerdo a las estimaciones, la vieja usina despertaría del inexorable paso del tiempo.
Cuando la central hidroeléctrica vuelva a entrar en operaciones producirá, con dos máquinas, un potencia neta de 1,2 megavatios, pero en plenitud podrá generar hasta 2 megavatios. Este último es el tope máximo de generación para este tipo de central de pasada, en donde no existe una acumulación apreciable de agua "corriente arriba" de las turbinas. Es decir que se dispone del río "como viene", con sus variaciones de estación en estación.
"Estamos orgullosos de ser los ejecutores de esta nueva puesta en marcha de uno de los íconos históricos del pueblo de Quijano", remarcó Cayetano Fortino, uno de los responsables del proyecto de reactivación que apunta al sector industrial instalado y al que en un futuro cercano, viendo las posibilidades de infraestructura de esa comunidad, decida establecerse en la zona.
Fortino destacó que los generadores hidroeléctricos entregarán "energía verde", o sea sin impacto ambiental, que permitirá a las empresas sustituir el combustible de origen fósil por energía limpia con altas ventajas ecológicas. "Sólo aprovecharemos la energía del agua que llegará al sistema de riego totalmente limpia. De esta manera vamos a impedir, además, que se siga acumulando de barro el dique Las Lomitas, punto de crisis en la actualidad por la baja utilidad de este embalse ubicado aguas abajo de la usina", recalcó el referente de Generación Quijano.
Las máquinas
Cada máquina generadora incluye una turbina hidráulica Francis de 600 revoluciones por minuto y origen checo, válvula de seguridad tipo mariposa, caja de transmisión, alternador, gobernador electrónico y panel de control con sistema de sincronización, acoplamientos elásticos, tubo de succión y accesorios electromecánicos.
Las turbinas Francis son de reacción y las palas o alabes de la rueda son alabeadas. El rodete tiene los alabes dispuestos de forma tal de evitar remolinos y pérdidas adicionales de carácter hidrodinámico. |
|
|