Los incendios serranos amenazaron ayer la histórica capilla de Candonga, uno de los íconos turísticos de la provincia de Córdoba. Fue, esta vez, la postal más elocuente de la gravedad del problema que desde hace dos semanas tiene movilizados a centenares de bomberos, policías, gendarmes y dotaciones de defensa civil.
El territorio cordobés y, en especial, las sierras padecen una severa sequía. Los focos se han sucedido sin interrupción en los últimos días. Algunos cálculos cuantifican en 50.000 las hectáreas de pastizales, montes y campos quemados. Sin embargo, la estimación no fue convalidada oficialmente.
Por otra parte, un bombero pereció en un accidente de tránsito ocurrido en el sur provincial, aunque en ese momento no habría estado afectado a los operativos antiincendios. La semana pasada, murieron un bombero voluntario en Salsipuedes y cuatro personas, en un choque que se produjo a causa de las humaredas.
Anteayer los frentes de fuego provocaron zozobra en parajes cercanos a Ascochinga y en Villa del Lago, situada dentro del ejido urbano de Villa Carlos Paz. Las llamas llegaron a metros del área poblada de ambos lugares, pero la denodada lucha de los bomberos impidió que hubiera viviendas afectadas.
Ayer por la madrugada, un fuerte viento avivó los incendios en las llamadas Sierras Chicas. Por momentos, avanzaron a lo largo de un frente de 25 kilómetros.
Una de las lenguas de fuego se arrimó hasta la capilla de Candonga. Se temió que cruzara el predio donde esta emplazada la antigua edificación. Pasó cerca y siguió por las laderas de otros montes. En muchos casos, los incendios se originan por descuido, imprudencia, negligencia e, incluso, por acciones intencionales.
Los focos se multiplicaron al mediodía. Los informes oficiales relevaban incendios en Ongamira, Los Terrones, dique Los Alazanes, el cerro Uritorco, Capilla del Monte y que también las llamas estaban bajando hacia la zona de La Cumbre. Los 500 efectivos provinciales que actuaban en distintos puntos recibieron la colaboración de una dotación de 60 gendarmes.
Hubo evacuaciones de pobladores en distintos lugares: entre 300 y 500, en total. También se suspendieron clases en establecimientos del área afectada y se retiró a los alumnos hacia instalaciones seguras. La situación es crítica: la provincia está bajo "alerta rojo".
También en Chaco
En tanto, en Chaco, el fuego nuevamente ayer mantuvo en vilo a poblaciones enteras del oeste provincial, dado que la quema de pastos y montes amenazó poblaciones y viviendas en una vasta zona que abarcó el oeste de Concepción del Bermejo, el norte y el sur de Pampa del Infierno, y las quintas cercanas a Los Frentones.
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