Miles de hectáreas dedicadas a las actividades agropecuarias, zonas turísticas y patrimonios culturales de la provincia de Córdoba, se encuentran en peligro por los incendios que se desataron en los últimos días en la provincia y que en algunos casos son incontrolables.
El gobernador cordobés, Juan Schiaretti, calificó la situación de "alerta roja", pero todavía no existen datos sobre la magnitud del desastre. El vicegobernador Héctor Campana aseguró por su parte que en la zona de Ascochinga, a unos 60 kilómetros de la capital cordobesa, la situación es "incontrolable".
Las tareas están coordinadas por Marcelo Colombatti, titular del Plan Provincial del Manejo del Fuego, con actividades a cargo de unos 350 bomberos, aviones hidrantes y unos 60 gendarmes que monitorean cenizas en la zona agrícola de Jesús María.
En Monte Buey, a 265 kilómetros al sur cordobés, se comprobó la quema de cultivos de trigo, en un número no precisado de hectáreas. Sin embargo, los pobladores destacaron que el fuego se inició sobre la ruta provincial número 6 y que no sólo arrasó pastizales, sino que también devoró silos, cables y galpones.
Los especialistas advierten que son miles las hectáreas de uso agropecuario que sucumbieron al fuego. Por este motivo, el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, el cordobés Alberto Cantero, presentó un proyecto para la emergencia económica en departamentos del noreste y noroeste de la provincia afectados por la sequía.
El panorama se agrava cada vez más para el comienzo de la siembra del maíz, cuya caída en la intención de implantación ya se calculaba en un 30 por ciento.
Se sabe que varios focos fueron causados en forma intencional y otros son accidentales por prácticas no controladas de fuego, como la quema de pastizales y basura.
Uno de los patrimonios culturales de la provincia, la capilla de Candonga, en cercanías de Ascochinga, se encuentra en peligro si no se logran controlar las llamas.
En la víspera se evacuaron personas en Carlos Paz porque un frente de fuego se acercó a la ciudad turística y por la mañana, por los fuertes vientos del sur, se trasladaron familias de la zona de las Sierras Chicas.
En tanto, el fuego que avanza sin control por un frente de 25 kilómetros de largo en las Sierras Chicas de Córdoba obligó a la evacuación de un centenar de pobladores, mientras que el humo llegó a la capital provincial y la lluvia de cenizas obligó a suspender vuelos en el aeropuerto local.
Fuentes de Aeropuertos Argentina 2000 indicaron que la aeroestación Ambrosio Taravella de la ciudad de Córdoba operó sólo para salidas debido al intenso humo que afectó a ese sector por los incendios en la zona de Ascochinga.
A su vez, existe preocupación entre los pobladores porque el fuego en las últimas horas cobró mayor intensidad y avanzó hacia la ladera oeste del cordón serrano que está próximo a la ciudad de La Falda. Hasta el momento, el fuego afectó a más de cincuenta mil hectáreas, con llamas que alcanzaron los cinco metros de altura y que son combatidas por doce dotaciones aéreas.
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