El fuego no da tregua en Córdoba y continúa arrasando con hectáreas de pastizales y monte autóctono del Valle de Punilla. La situación más complicada se registraba esta mañana en La Cumbre, de donde esta madrugada debieron ser evacuadas cinco familias.
Para colmo, los fuertes vientos no cesan y hasta esta mañana impedían que los aviones hidrantes colaboraran con el trabajo que los bomberos llevan a cabo en la zona.
El subdirector del Plan Provincial de Lucha contra el Fuego, Diego Concha, informó que el principal foco registrado ayer en Ascochinga se trasladó a las localidades de La Cumbre, Los Cocos, La Falda, Capilla del Monte, Huerta Grande, Cruz Chica, Cruz Grande y Villa Giardino.
"Es muy difícil determinar la superficie afectada por los incendios, porque la situación es muy cambiante", agregó el funcionario. Pero adelantó que "las consecuencias son muy graves".
Las brigadas contra incendios están trabajando las 24 horas y, según Concha, se está tratando de evitar que el fuego llegue a las zonas pobladas que, por el momento, no están en riesgo.
Más allá del trabajo de los bomberos, el final del incendio depende de cuestiones que están fuera del alcance del hombre. "La solución para apagar totalmente tiene que venir de las condiciones climáticas", explicó el funcionario, entres las que se cuentan la reducción de la velocidad del viento y la caída de lluvias.
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