El cambio total de las cañerías de distribución y la ampliación del sistema de tratamiento ubicado en Viñas Cué “para que este verano no falte agua”, será la tarea principal de la Empresa de Servicios Sanitarios (Essap), dijo su flamante titular, Emiliano Insfrán Rolón para explicar que las obras se realizarían con créditos del Banco Mundial.
El técnico dijo que de acuerdo a los informes que pudo leer y a la información que va recogiendo la empresa está “colapsada”.
En el acto de asunción, prometió abrir las puertas a la transparencia en la gestión de la aguatera estatal que tropieza con serios problemas como la antigüedad de las tuberías de la red y la pesada carga de la deuda heredada de Corposana. El nuevo titular del ente es un ingeniero civil especializado en construcciones hidráulicas, regadíos y drenajes, formado en Rusia, con años de experiencia en obras grandes, obras hidráulicas en Mozambique, que se desempeñará como secretario de Obras Públicas de la Gobernación del departamento Central durante el gobierno del actual vicepresidente Federico Franco. Insfrán señaló que la empresa tiene 50.000 medidores que no funcionan. Con los que todos sus cálculos son “deficientes” por lo que prometió un relevamiento de datos para saber el estado de la empresa.
El presidente saliente, Manuel López Cano dijo que a pesar que la Essap durante su administración pagó algo más de 50 millones de dólares de la deuda dejada por Corposana “quedó un pequeño remanente de las utilidades operativas que hizo posible asegurar la calidad, cantidad y continuidad del servicio”.
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