Los incendios en las sierras de Córdoba no dieron tregua en las últimas horas y, abarcando un frente de una veintena de kilómetros, avanzaron durante el día en dirección de La Cumbre y de Capilla del Monte. Anoche lo hacían hacia Ischilín.
Así como anteayer las lenguas de fuego pasaron a metros de la Capilla de Candonga, en el cordón de las llamadas Sierras Chicas, que se salvó por muy poco, ayer amenazaron al cerro Uritorco, otro de los puntos turísticos más conocidos de la provincia.
La Secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, visitó la zona de desastre en compañía del gobernador, Juan Schiaretti. La funcionaria nacional suscribió la estimación de que en estos días se han consumido unas 40.000 hectáreas. Hasta ahora, en el gobierno provincial se había mantenido cautela a la hora de arriesgar cálculos.
Esa extensión, siendo muy importante, dista todavía de compararse con las catástrofes ocurridas en las décadas de los años 80 y 90, en que hubo temporadas en que se quemaron 200.000 hectáreas y, en una ocasión, hasta 400.000/500.000 hectáreas, conforme a informaciones que no fueron desvirtuadas en ese entonces.
Anteayer, los frentes más peligrosos atacaron en las Sierras Chicas, con centro en torno de Ascochinga. Durante la noche avanzaron raudamente hacia el otro lado de los cordones serranos, poniendo en peligro lugares cercanos a La Falda, La Cumbre, Los Cocos y Capilla del Monte.
Media docena de familias fueron evacuadas en la zona de Quebrada de Luna de Capilla del Monte. En La Cumbre se hizo lo mismo con una anciana y cinco niños. Pero en ningún caso, esta semana, hubo que lamentar víctimas o viviendas quemadas.
Temor
Por momentos, se temió que el fuego afectara al Centro de Reeducación de Monos Carayá, una reserva a 11 kilómetros de La Cumbre.
Uno de los responsables de la ONG que se ocupa de los simios informó que se quemó el 80 por ciento de las 350 hectáreas del lugar. Pudieron evacuar a unos 50 animales sobre un total de 100. Otros, que viven en estado salvaje, lograron refugiarse en un sector apartado del siniestro.
Pasado el mediodía, la intranquilidad se instaló en el Departamento Ischilín, pues el viento impulsó el frente de fuego hacia esa zona, más al norte de la provincia. Preventivamente, 15 personas fueron evacuadas en Villa Albertina, que fue invadida por una densa humareda.
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