"El estado del saneamiento en la provincia es muy preocupante. Y la situación que se vive es producto de una ausencia de políticas de saneamiento. No se planificó a lo largo del tiempo qué se iba a hacer con el consumo de agua de las poblaciones y hemos llegado a esta situación", resume el ingeniero Hugo Orsolini, secretario de Aguas del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente.
"Tenemos un modelo por el que el Estado asiste a 15 distritos. Son casi todas son las ciudades más grandes de la provincia (lo que representa un 60% de la población) y deja el mismo Estado deja de asistir, y virtualmente ignora, a las 347 poblaciones restantes, es decir, el 40% de los santafesinos", describe.
Las 15 poblaciones más importantes están asistidas por Assa "con un excelente nivel de sus técnicos, calidad y cobertura del servicio, y a las 347 los prestan municipios y comunas, muchas veces con concesiones a cooperativas. Nuestro presupuesto 2008 tiene muy pocos recursos para asistir a ese 40%", subraya.
Orsolini cita un informe del Enress que expone tan claramente las diferencias que deja a quien lo lea "con la boca abierta".
En pocas palabras, "fuera del área de concesión, hay 48 pueblos con agua totalmente fuera de norma, otras 70 también fuera de los parámetros normados" pero "un poquito "menos peor' (y espero que se me perdone el término) que las otras 48", grafica el funcionario.
Pero además, otras 75 poblaciones "no tienen ningún tipo de instalación para distribución de agua potable. Son pueblos chicos, los más grandes de unos 3.000 habitantes".
Largo aliento
"Hemos planificado 12 sistemas de acueductos y la fuente de captación es el río Paraná, que es una excelente fuente, pero necesitamos llevar agua (ya tratada y potabilizada) de este a oeste por hasta por 200 km de distancia. Tenemos todos los proyectos listos y el estudio económico indica que habrá por lo menos un período de 15 años para que estén en uso. Hay uno de ellos que comenzó la Nación en 2006 (Centro) que está próximo a ser habilitado. Otros dos acueductos fueron licitados en 2007, pero detuvimos ese proceso al asumir porque no tenían proyecto. Ahora vuelven a ponerse en venta los pliegos nuevamente y estamos a la búsqueda de financiación para la construcción de más acueductos", resume Orsolini respecto de las soluciones de largo plazo.
"El ministro ha decidido que en 2009 habrá un acueducto con toma en el puerto de Reconquista (Acueducto Noreste 2) por el que se firmó recientemente un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional de Reconquista y estamos en la búsqueda de una nueva fuente de financiación. Estuvimos funcionarios del Banco Mundial para interesarlo en la planificación de los acueductos en la provincia", continúa.
La pregunta que uno se hace es "qué hacemos con estas 48 poblaciones que tienen servicios con aguas insalubres en estos 15 años, qué hacemos con las 70 que tienen servicios levemente mejores pero fuera de norma y qué con las que no tienen ningún servicio".
En el corto plazo
"El Ejecutivo nos ha autorizado a tomar un préstamo del ex banco residual de Santa Fe de 50 millones de pesos que van a aplicarse en primer término a este primer grupo. Son acreencias de la provincia que van a tener ese destino: hay una ley (de 2007) de la provincia que estipula que esos fondos podrán solamente ser empleados por empresas y sociedades del Estado. No podemos tomarlos, por eso recurrimos a Assa que hará la gestión, y como Aguas Santafesinas está dentro del Ministerio nos organizamos en forma conjunta para intervenir en esas poblaciones", señala el secretario de Aguas.
"Queremos comenzar cuanto antes", dice cuando se lo consulta por los plazos. "Los proyectos para estas 48 poblaciones los hemos requerido a la Unidad Académica Reconquista de la Universidad Tecnológica Nacional y El Centro ingeniería Sanitaria de la Universidad Nacional de Rosario". Las poblaciones fueron dividas en grupos similares entre ambas casa de estudios.
Como son poblaciones que pudieron construir sus redes con recursos propios y préstamos del BID en algunos casos hay cañería envejecida, en otros plantas de tratamiento de ósmosis inversa que necesitan obras o no funcionan, otras no tienen plantas y no tienen tratamiento. "La variedad de las situaciones exige dos etapas: relevamiento y diagnóstico primero (porque el Estado provincial no tiene esa información, porque no las asistió) y luego la construcción de las obras o la compra de elementos para poner en marcha plantas existentes o construir nuevas".
Sistemas desvinculados
La estrategia es sistemas desvinculados con fuentes de captación locales y plantas de tratamiento de ósmosis inversa que da excelente resultados para abatir la presencia de arsénico, pero no lo es para otros componentes químicos como para turbiedad, como la incorporación de sólidos al agua.
Otras alternativas son las plantas de intercambio iónico, absorción o abatimiento de turbiedad y color. Son también tratamientos caros.
"Lo que van a hacer las facultades es ver cuál es la situación en cada población y hacer las correcciones necesarias para las plantas de tratamiento, complementarlas o construirlas", explica Orsolini.
Por razones geográficas no hay posibilidades de crear asociaciones entre pueblos o con otras ciudades para resolver sus dificultades con la provisión de agua potable.
Son pueblos muy aislados y es en este panorama que vemos a las poblaciones del norte que hoy son asistidas con agua con camiones cisternas que llevan agua potable y la depositan en tanques cisternas en cooperativas o municipalidades, también en escuelas que proveen a los pobladores.
Las soluciones técnicas podrán proveer una dotación suficiente para la subsistencia y desarrollo humano. "Para beber, cocinar, higiene personal y nada más. Sus costos son muy elevados: la ósmosis inversa cuesta 10 veces más que el tratamiento de Assa en Reconquista (o cualquier otra ciudad con fuentes de la calidad del Paraná). Son salidas de transición porque no podemos pensar en que pasen 15 años más sin ninguna asistencia sanitaria estatal", agrega.
Dos litros por persona
Según un informe del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios Enress, hay en la provincia 48 poblaciones que emplean fuentes de aguas subterráneas de calidad no recomendada, (con varios parámetros que exceden los límites establecidos por la Ley Nº 11.220). Algunas de ellas recurren a bidones de agua envasada, de alto costo y por lo tanto con baja dotación, en la mayoría de los casos, no más de 2 litros por persona y por día.
Otras 70 poblaciones también explotan fuentes subterráneas con parámetros que exceden asimismo los límites de la Norma de Aplicación, y dado que el riesgo que entrañan es menor, el tiempo de adecuación de tales parámetros puede ser algo mayor ( 3 años para el Enress).
54 pueblos superan los límites máximos de algunos parámetros y su corrección no tiene la misma urgencia (5 años para el Enress).
Como si todo ello fuera poco, 75 carecen por completo de servicios.
Los beneficiarios
Las poblaciones alcanzadas por el programa provincial para mejorar la calidad del agua en los distritos con mayores problemas son: La Gallareta; Toba; Paraje Santa Lucía; Fortín Olmos; Garabato; Colmena; Golondrina; Los Tábanos; Cañada Ombú; Los Amores; El Sombrerito; Tacuarendí; Logroño; Pozo Borrado; San Bernardo; VIlla Minetti; Santa Margarita; Gregoria Pérez de Denis (El Nochero); Gato Colorado; Villa Saralegui; Soledad; La Rubia; Grütly; Nuevo Torino; Colonia Belgrano; Las Petacas; San Eugenio; Santo Domingo; Chañar Ladeado; Angélica; Santa Clara de Buena Vista; Cañada Rosquín; Teodolina; Arequito; Pueblo Andino; Progreso; La Pelada; Humboldt; San Mariano; Sa Pereyra; Villada; San Gregorio; Bernardo de Irigoyen; Labordeboy; Huges; Carcarañá; Chovet; Beravebú.
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