En el país, más de 4 millones de personas cooren riesgo de beber agua, de pozo o de red, con arsénico, ya que en 16 provincias se detectó la presencia de esta sustancia, lo que convierte a la Argentina en una de las naciones donde hay mayor población expuesta.
Cabe destacar que en 2007 el Código Alimentario Argentino bajó el máximo de arsénico permitido de agua en red de 0,05 a 0,01 miligramos por litro. Sin embargo, las empresas, pese a tener cinco años para llevar adelante este proceso, "no tienen los recursos necesarios para garantizar la calidad", explicó Ernesto de Titto, director de Determinantes Ambientales del Ministerio de Salud.
La enfermedad que provoca el beber arsénico, cuyo origen es natural y se debe a procesos geológicos, se llama hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE) y tiene como característica principal los tumores en la piel y lesiones.
Ana Acosta, doctora de la Sociedad Argentina de Dermatología, dijo que "estos tumores malignos pueden ser una manchita con escamas en la superficie. Hay lesiones que son nódulos, otras que parecen úlceras, otras como verrugas. También pueden aparecer lesiones en palmas de las manos y plantas de los pies, la queratodermia, donde se ve la piel engrosada y de color más oscuro".
A su vez, según explican, los más afectados por beber agua resultan ser niños, mujeres embarazadas y en lactancia, desnutridos y pacientes renales y hepáticos.
Ante tal situación, Titto concluye que "Salud termina viendo las consecuencias, pero es un problema de ordenamiento ambiental", publicó el diario Clarín.
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