En la jornada de hoy, el diario de tirada nacional Clarín realizó un exhaustivo informe en el cual detalla con asombrosa precisión las zonas del país donde se consume agua con altos niveles de arsénico. En un claro mapa que se muestra como infografía, la provincia de Santa Fe aparece teñida de un color "rojo peligro" desde el norte y hasta el sur en toda su franja oeste.
El reporte del periódico explica que la sustancia maligna “no se detecta a simple vista, ni tampoco lo percibe el gusto. Pero se trata de arsénico en el agua -tanto de pozo como de red-, y su consumo prolongado puede provocar lesiones en la piel y cáncer. Es un grave problema de salud pública, ya que más de 4.000.000 de personas en toda la Argentina corren riesgo de enfermarse e incluso morir por esta causa”.
Además se indica que “el origen del arsénico es natural, y se debe a procesos geológicos. Una investigación publicada en 2006 por la Secretaría de Ambiente de la Nación identificó áreas arsenicales en al menos 16 provincias (435.000 kilómetros cuadrados). De hecho, la Argentina es uno de los países con mayor población expuesta en el mundo”.
En la mañana de hoy el Ing. Hugo Enrique Orsolini, secretario de Aguas de la provincia, comunicó que son 48 las poblaciones santafesinas que tienen agua fuera de norma. No obstante indicó que “se trata de una problemática casi histórica” ya que los habitantes “la consumen desde hace décadas”. Si bien remarcó que “hay otras (localidades) más que la tienen (en referencia al líquido elemento fuera de regla) pero con sentido menos riguroso” confió que es preocupación de la actual gestión, buscar el mecanismo para purificarla.
En el mismo sentido, el funcionario destacó que además del arsénico “hay otros componentes químicos que se presentan en el agua en los últimos años, como el nitrato, por lo que estamos planificando cómo llegamos con agua potable a todas las poblaciones de la provincia” más afectadas. En ese marco confirmó que se concretaron una serie de “previsiones y comprobamos que la única fuente confiable y disponible es el (río) Paraná”.
Con esa seguridad, la cartera que integra Orsolini se dedicó a planificar el lugar por el cual extender los once acueductos que abastecerán a toda la provincia. Pero es esta una obra que llevará varios meses y requerirá de una financiación importante por lo que la intención es buscar una salida rápida, aunque transitoria, mientras se construye el tendido.
Con respecto a las primeras acciones, el secretario destacó que “la asistencia será mediante la intervención en el tratamiento del agua para saber si la hacen, cómo la hacen y las instalaciones que utilizan para ello”.
Las afecciones
Según se indica en el informe del diario Clarín, identificada desde principios del siglo XX, la enfermedad se conoce como hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE), y puede aparecer luego de un período variable de exposición a niveles mayores a 0,010 miligramos por litro en agua de consumo diario (bebida y cocción de alimentos). Se caracteriza por numerosas lesiones y tumores en la piel, sobre todo en zonas no expuestas al sol.
El consumo crónico de agua con arsénico también es un factor de riesgo alto para el cáncer de vejiga y de pulmón. Además está asociado a diabetes, neuropatías, hipertensión y nefropatías. Los más vulnerables son los niños, las mujeres embarazadas y en lactancia, las personas desnutridas y los pacientes renales y hepáticos. Sin embargo, se ignora por qué en un mismo hogar puede haber un nieto enfermo y una abuela sana.
Sobre ese particular, Orsolini solicitó que se pidan informes a las autoridades del Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe que, junto con el Ente Regulador del Servicio Sanitario (ENRESS), realizó en el año 2002 un estudio sobre las afecciones más comunes entre la población afectada.
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