El Laboratorio Móvil de Rastreo de Contaminantes en el Subsuelo, desarrollado en el Centro de Geociencias de la UNAM, en Juriquilla, Querétaro, prevé proteger a la sociedad de enfermedades asociadas a gasolinas y solventes clorados.
El investigador Marcos Adrián Ortega Guerrero indicó que la unidad permite conocer cómo están distribuidos ambos compuestos para instrumentar metodologías de limpieza del subsuelo y del agua subterránea.
De acuerdo con un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el experto señaló que el equipo detecta contaminantes orgánicos en la zona que se denomina parcialmente saturada y en mantos ocultos a pequeñas profundidades.
Explicó que los elementos ligeros que se pueden medir son la gasolina y el diesel, y los pesados son los solventes clorados que dañan a los acuíferos, ambos son cancerígenos.
"Algunas sustancias de las gasolinas llegan al agua profunda mediante fugas en tanques de almacenamiento o por derrames accidentales como pipas volcadas; se filtran al subsuelo hasta llegar al nivel freático y debido a que son más ligeros que el vital líquido flotan", precisó.
El también asesor del posgrado de la Facultad de Ingeniería expuso que los solventes clorados, por el contrario, se van al fondo, y son más peligrosos pues penetran con más velocidad y contaminan en menos tiempo.
Ortega Guerrero detalló que el equipo ya fue probado en la ex Refinería 18 de Marzo, en Azcapotzalco, y se logró conocer la distribución de gasolinas y diesel derramados por accidentes pasados.
Agregó que trabaja con la Universidad de Waterloo, Canadá, y otras dos estadunidenses para estudiar los efectos del etanol inyectado en las gasolinas. |
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