Mónica Vásquez, bioquímica integrante del Núcleo Milenio de Ecología Microbiana, Microbiología y Biotecnología Ambiental (EMBA), presentó ayer en Puerto Montt un proyecto de investigación pionero en el país que permitirá detectar los brotes de marea roja en menos de 48 horas.
La marea roja es un fenómeno producido por la aparición de microalgas dinoflageladas, las que al ser tóxicas, infectan sobre todo, a los moluscos y, por consiguiente, a quienes los consumen, causando desde diarrea hasta la parálisis del cuerpo, amnesia y, en el peor de los casos, la muerte.
No se conocen las razones de la repentina proliferación de algas tóxicas, ni tampoco existe un modo de eliminarlas, por lo que el trabajo de los científicos se centra en la detección temprana para poder dar la alerta a los pescadores. "Más que tratar de combatir este acontecimiento natural, hay que poner las energías en descifrar su razón de existir. Debe tener algún rol en el ecosistema que nosotros aún desconocemos", señala Vásquez.
En Chile, las toxinas paralizantes producidas por la microalga Alexandrium Catenella son las principales responsables de los brotes de marea roja. De tener resultados exitosos, los científicos del EMBA lograrían detectarlas a través de un simple examen, pudiendo alertar a la población de forma anticipada.
Kit de diagnóstico
En el transcurso de su investigación, los científicos diseñarán un kit de diagnóstico molecular capaz de detectar, en un máximo de dos días, las microalgas tóxicas que generan la marea roja. El kit será desarrollado sobre la base de un conjunto de genes, explica la investigadora, que permiten detectar la aparición de la microalga tóxica (hay otras que no son venenosas). De esta forma, el análisis podrá señalar si existen genes tóxicos en el agua aunque éstos estén en muy bajas concentraciones, lo que permitirá alertar a los pescadores antes de que alcance niveles de peligrosidad.
El lanzamiento del proyecto, financiado por el Fondef Marea Roja -fondo creado para incentivar la investigación y búsqueda de soluciones en torno al fenómeno- deberá obtener su producto en un máximo de tres años. Según la investigadora principal, el kit podría costar alrededor de 20 mil pesos por muestra (más IVA), aunque confía que el avance de la tecnología disminuirá estos costos.
|
|
|