Los focos de incendios desatados desde hace días en las sierras cordobesas, y que ya consumieron más de 40 mil hectáreas, comenzaron a ser controlados gracias al descenso de la temperatura y a la intensa labor de unos 400 bomberos, mientras que para hoy se aguarda la llegada de la tan ansiada lluvia.
Fuentes del gobierno provincial informaron que pasado el mediodía de ayer se logró contener el frente de 6 kilómetros de fuego que se desató en la zona norte del Valle de Punilla, en proximidades de Capilla del Monte, aunque otros dos focos permanecían aún activos. Un total de 45 dotaciones de bomberos, 20 autombombas y tres aviones hidrantes del Plan Provincial del Manejo del Fuego trabajaban en los diferentes puntos de las sierras cordobesas, con la colaboración de la Cruz roja, Defensa Civil de la Provincia y municipal, Policía Caminera y la Guardia de Infantería.
Por su parte, permanecían en guardia de cenizas los focos en las zonas de La Tramontana (donde alcanzó los 1.000 metros), en los Cerros El Pajarrillo, camino a Los Terrones, (hasta 1.500 metros) y en Charbonier, cerca de la Estancia La Manga (800 metros).
Si bien al principio de la jornada el viento complicó el trabajo de los bomberos, comenzaron a registrarse temperaturas de entre 5 y 10 grados que mejoraron las perspectivas respecto de lo que venía sucediendo en los últimos días.
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