Pobladores del paraje Yahaveré –ubicado a 20 kilómetros de Concepción–, llegaron ayer a Corrientes para intensificar el pedido de demolición del terraplén construido por la empresa ex Forestal Andina (hoy Estancias San Eugenio) que atraviesa los esteros del Iberá. El fallo que emitió la Justicia provincial el 12 de agosto aún no se cumplió y el murallón que impide el natural escurrimiento de las aguas, sigue en pie. En un pedido de auxilio Bruno Leiva, quien inició la causa judicial a la empresa mientras construía el terreno de la discordia, expresó que “ante la inactividad de los organismos competentes, en este caso el Icaa, nos vemos en la obligación de golpear puertas para que se cumplan las leyes, no pedimos nada más”, dijo a la prensa.
Por su parte, Susy Leiva recordó otro pedido de las familias del poblado, “que nos dejen vivir en paz, somos gente de trabajo, vivimos de nuestros animalitos, esto no puede seguir así. ¿Cuánto más tenemos que esperar?”, cuestionó.
Un acérrimo defensor de la causa de las familias es el párroco de Concepción, Humberto Barrios, quien llevó el planteo ambiental a la comisión de Justicia y Paz del Arzobispado de la provincia para que los profesionales que la integran y el mismo arzobispo Andrés Stanovnik, conozcan en detalle la situación de las 14 familias del paraje y los perjuicios ambientales que provoca el terraplén.
Luego de una conferencia de prensa que brindaron los yahavereños, la comitiva –con petitorio en mano–, se trasladó hasta los Poderes Legislativo y Ejecutivo donde solicitaron “hasta con la fuerza pública” el cumplimiento del dictamen del Superior Tribunal de Justicia que ordena, en esta instancia del proceso, al Icaa a destruir el terraplén que construyó la ex Forestal sobre el Iberá en el departamento de Concepción.
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