El subsecretario de Medio Ambiente de la Provincia, Mario Díaz, dijo que el proyecto de la central térmica de Río Turbio es sano. “No podía decir que es óptimo porque nadie podría creer que hay un proyecto perfecto, pero sí es lo más avanzado que hay respecto del cuidado del medioambiente respecto de agua, el suelo, el aire”.
En declaraciones realizadas ayer durante el programa Era Hora que se emite por LU 12 Radio Río Gallegos, Díaz fue consultado si el estudio de impacto ambiental encargado está relacionado sólo con el funcionamiento de la usina o si además se contempló su construcción, donde dijo que la evaluación incluye todo, desde la construcción hasta la operación.
Acotó que hasta la ubicación de la central está dentro del proyecto, ya que en obras de esta envergadura hay una denominada “área de sacrificio” que es donde se implanta y todos estos aspectos han sido contemplados en el estudio.
“Nosotros hemos sido bastante estrictos con distintos requerimientos en el desarrollo del estudio, es más, en el dictamen que sale hoy cada área está manifestando aclaratorias en algunos aspectos como detalles de la metodología empleada, los umbrales permisibles de acuerdo a la legislación no sólo de la provincia, sino que además se aplican aquí estándares usados en Europa y Estados Unidos, que son mucho más elevados que los nuestros considerando que la ley provincial está adherida a la nacional que tiene ya 20 años”, manifestó Díaz.
La nueva central termoeléctrica estará emplazada en el valle del río Turbio, por ello dijo el funcionario que los estándares exigidos son los más elevados para cuidar la calidad del agua. “Hay que tener en cuenta que toda la cuenca del río Turbio se encuentra altamente contaminada a través de 50 años de producción carbonífera pero además por falencias de otro tipo, como el no contar con una planta de residuos cloacales, el matadero, los efluentes de uso rural, donde hace años no se tomaban en cuenta los aspectos ambientales, pero en los últimos 15 años comenzaron a ser tenidos en cuenta”.
Díaz señaló que la situación que tiene Río Turbio es muy delicada, “son los datos que aporta el estudio de impacto ambiental, que además nos permite conocer la dimensión del problema e ir determinando las medidas correctoras para ir mejorando la calidad ambiental de Río Turbio, no es una sorpresa para nadie, pero hoy podemos tener una idea exacta”, destacó ya que sostuvo que si el día de mañana si hay problemas de salud se puede discernir más fácilmente cuál es el origen “y no que haber encarado un proyecto sin este estudio de base y el día de mañana, podría culparse de todo a la mega usina y no es así”, remarcó.
En cuanto a si ya hay planes para remediar lo que ya ha sido impactado y contaminado, Díaz sostuvo que ya se encaró por parte de los municipios de Río Turbio y de 28 de Noviembre, las plantas de tratamiento de líquidos cloacales y está en marcha el proyecto de una nueva planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos, ya que hay una pequeña planta en Río Turbio pero no es todo lo eficiente que debería, frente al crecimiento poblacional y que se construyó en un lugar que no era el mejor, señaló.
El agua del río Gallegos
Consultado sobre cómo impacta la contaminación del río Turbio sobre el río Gallegos, que es desde dónde captamos el agua para el consumo en nuestra ciudad, Díaz señaló que en la forma en que trabajaba la planta depuradora de carbón, todos los residuos sólidos iban a parar al río y había una afectación física y química del agua, más los otros aportes, “pero hoy existen tres plantas depuradoras y decantadoras con lo cual ya tienen un tratamiento los residuos sólidos que van a parar al río, y con la puesta en marcha de la mega usina, la planta depuradora va a bajar mucho su trabajo, porque una de sus características es que el material, tal cual sale de boca de mina va a parar a la central, por lo tanto no se genera el estéril que por muchos años se ha ido acumulando en el valle variando las condiciones de equilibrio biológico del lugar, todos los residuos que venían de la actual usina tampoco va a ir a parar más al río”.
El responsable de la cartera medioambiental proyecto que en los próximos cuatro años, todo esto se estará eliminando, con las plantas depuradoras de líquidos cloacales funcionando y que los residuos del matadero no irán a parar más al río, evidentemente la calidad va a ir mejorando.
Agregó que además es muy poco probable que los efectos contaminantes lleguen al río Gallegos, “ya que se detectan a muy baja densidad a la altura de Glen Cross, pero allí recibe el aporte del río Penitente y el Rubens que es como un pulmón para el Gallegos y hace que no llegue prácticamente nada”.
Díaz señaló que hablando sobre este tema con la gente de SPSE, la información es que se toman muestras frecuentes en la zona de la boca-toma del río Gallegos, “pero independientemente de eso también de ello nosotros también hacemos muestreos que no sólo los enviamos a los laboratorios de SPSE, sino a uno privado certificado con normas ISO e IRAM, con lo cual vamos a tener la información real de lo que está pasando”.
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