El grave escenario desatado por los incendios en las sierras registró ayer un avance alentador, al comenzar a «contener» los brigadistas -con la ayuda del descenso de la temperatura- los focos que azotan al norte del turístico Valle de Punilla. No obstante, anoche se mantenía sin control un frente de 200 metros de fuego en la ladera del conocido Cerro Uritorco, que sin embargo no revestía la magnitud de otros focos que afectaron en el pasado a ese atractivo cordobés.
Frente a esta delicada postal dibujada por las llamas -que, al ritmo de la intensa sequía, arrasaron ya cerca de 50 mil hectáreas-, todas las expectativas estuvieron puestas ayer en el cielo, aunque las primeras lluvias en la región recién se concretarían hoy, según lo pronosticado por el Servicio Meteorológico Nacional.
El gobernador Juan Schiaretti admitió el pasado miércoles que la mayor parte de sus esperanzas estaban puestas en las precipitaciones, dada la magnitud del incendio. «Estamos rezando para que llueva», se sinceró ese día, tras sobrevolar la zona del siniestro junto con la secretaria de Ambiente nacional, Romina Picolotti. Por de pronto, se mantenían ayer en «guardia de ceniza» los incendios desatados en La Tramontana, en el cerro El Pajarillo y en Charbonier, en proximidades de Capilla del Monte. Sin embargo, permanecían ayer activos otros dos focos, en cercanías de Río Ceballos (que se reanudó ayer) y en la Estancia La Massa.
Evacuados
El avance de las llamas -de hasta 15 metros de altura- obligó a evacuar, producto del humo, a cerca de 40 personas en Ongamira, mientras otras 18 personas se autoevacuaron en un complejo de cabañas de la zona. Además se detectaron cientos de animales muertos.
Los principales focos estaban ubicados por la mañana en El Pajarillo, La Tramontana y Estancia La Manga, en proximidades de la ciudad de Capilla del Monte y a alrededor de 100 kilómetros de la capital mediterránea. Sin embargo, pasado el mediodía, un parte oficial confirmó que esos focos estaban «contenidos, en guardia de ceniza». En paralelo, se reanudó el fuego en cercanías de Río Ceballos y Candonga.
El clima brindó ayer cierto alivio, de la mano de un descenso en la zona de la temperatura, que se ubicó entre 5 y 10 grados. No obstante, no ayudó el viento, que fue de más de 25 kilómetros por hora, proveniente del Sur-Sudeste, lo que complicó el combate de las llamas.
En paralelo, fuentes oficiales confirmaron que en la zona de Bialet Massé se detectó que uno de los incendios fue intencional y que los sospechosos son dos menores de entre 15 y 17 años que fueron retirados de sus hogares y llevados a un instituto en la ciudad de Córdoba.
En Chaco, en tanto, cerca de 5 mil hectáreas fueron arrasadas por un incendio de importante magnitud en el norte provincial -con epicentro en Los Frentones, Concepción del Bermejo y Pampa del Infierno-, alimentado por la grave sequía que azota a la región. El flagelo alcanza también a Corrientes, en este caso con cerca de 800 hectáreas quemadas en el norte provincial.
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