Como es habitual en los siniestros forestales, sectores oficiales insisten permanentemente que son intencionales y que la mano del hombre no está ausente en la generación de los mismos.
Al parecer, las miradas recelosas ya no sólo enfocan a los dueños de campos que prenden fuego en sus predios, con el convencimiento enraizado en las tradiciones que las pasturas rebrotan con más fuerza.
Una nueva modalidad aparece en el horizonte de lo insólito: los piromaníacos de toda edad.
Esto tomó fuerza ayer ante la detención de dos menores de 15 y 17 años oriundos de la localidad de Bialet Massé, ordenada por el Juzgado de Control y Menores de Cosquín a cargo de Gabriel Premoli acusados de encender reiteradamente fuego.
A pesar del hermetismo judicial, trascendió que fueron alojados en un instituto dependiente de la sub secretaría de Protección Integral a la Niñez, no siendo revelada la ubicación del mismo.
Bialet Massé. Los hechos ocurrieron en Bialet Massé y fuentes judiciales confiaron que “hacen presumir una posible intención piromaníaca, falta de contención familiar y negligencia grave de sus padres.
Esto reviste características particulares, ya que los menores de edad encendieron reiteradamente fuego y huían, todo a la vista de los socorristas que intentaban apagarlo y de la propia Policía”.
Se considera que la medida adoptada se tomó por el riesgo en que se encontrarían los chicos y para posibilitar “el cumplimiento de estudios y peritajes sobre los mismos”.
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