Unos 550 hombres lucharon a brazo partido y lograron ayer contener las llamas que el miércoles por la noche avanzaban descontroladas desde Capilla del Monte hacia Ischilín y que hacía prever otra jornada sin definiciones en este incendio forestal.
Anoche, el cuadro de situación determinaba contenido y en guardia de cenizas a cinco puntos de esta región: zona de Tramontana, Estancia La Manga, cerro El Pajarillo, Copacabana y Estancia La Maza.
Estaba en actividad un solo frente de 400 metros en la ladera este del cerro Uritorco. Los bomberos pronostican que hoy podría darse por extinguido el siniestro que tuvo en jaque a toda la provincia.
Sólo tres familias fueron evacuadas en Copacabana, debido a la densidad del humo. No hubo heridos ni víctimas, tampoco viviendas deterioradas o en peligro.
El brusco descenso de temperatura y la concentración de todos los efectivos en la región, acompañados del bagaje de aviones hidrantes y helicópteros, autobombas, camiones cisterna y todo el material disponible, fueron definitorios y permitieron coronar una jornada con sabor a éxito dentro del desastre.
La mesa operativa se reubicó en Capilla del Monte y continuó encabezada por Marcelo Colombati y Diego Concha, director y sub director respectivamente del Plan Provincial de Manejo de Fuego.
La zona ayer parecía en pie de guerra. Los aviones descargando su carga tiro tras tiro, las sirenas de los vehículos que se trasladaban de un punto a otro, el ruido característico de las paletas de los helicópteros, las camionetas que trasladaban bomberos de un punto a otro.
Y el olor acre e inconfundible del humo, que todo lo dominaba.
El día después. Como en jornadas anteriores, nadie arriesga a nivel oficial pronósticos en esta lucha no sólo contra las llamas, sino contra el agotamiento físico y la falta de descanso. Como así tampoco de la cantidad de hectáreas arrasadas por las llamas, que se estiman en cerca de 50 mil según observadores.
Esa tierra tapada de cenizas aguarda el día después, cuando los productores ganaderos de la región y las mini economías familiares evalúen los daños materiales del siniestro.
El miércoles pasado, el gobernador Juan Schiaretti, en oportunidad de sobrevolar la zona del siniestro, acompañado por la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Romina Picolotti, y el ministro de Gobierno Carlos Caserio, afirmó rotundamente que a través del Fondo Provincial de Lucha Contra el Fuego el Estado se haría cargo de las pérdidas.
En los próximos días, esa ayuda deberá materializarse en los hechos.
Animales vacunos muertos, pastizales quemados, postes y alambres devorados por las llamas, además del tiempo necesario de inactividad, para recomponer la situación socio económica de los lugareños originada por este auténtico desastre, es un pronto desafío que no admitirá dilaciones
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