El ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, anunció que el Gobierno provincial "destinará 50 millones de pesos para mejorar los sistemas de provisión de agua de 48 localidades de todo el territorio provincial que tienen diversos problemas en la calidad del agua que consumen los habitantes".
El funcionario formuló este anuncio tras la publicación de un informe en un periódico nacional que revela que alrededor de un 50 por ciento del territorio santafesino (casi toda la franja oeste) posee altos niveles de arsénico en el agua, lo cual pone en serio riesgo la salud de quienes la consumen.
Se trata de poblaciones que "no son asistidas por el Estado santafesino y que desde hace años consumen agua fuera de norma", aclaró el secretario de Aguas, Hugo Orsolini. Con recursos propios y préstamos del BID en algunos casos, lograron construir sus redes, que hoy tienen cañerías envejecidas, en otros las plantas de tratamiento de ósmosis inversa no funcionan o necesitan mejoras e incluso hay pueblos que directamente no tienen sistema de potabilización alguno.
"La variedad de las situaciones exige dos etapas: relevamiento y diagnóstico primero y luego la construcción de las obras o la compra de elementos para poner en marcha plantas existentes o construir nuevas", señaló Ciancio.
La confección de los proyectos y soluciones técnicas para esas 48 localidades correrán por cuenta de la Unidad Académica Reconquista de la Universidad Tecnológica Nacional y El Centro de Ingeniería Sanitaria de la Universidad Nacional de Rosario, que se ocuparán de "ver cuál es la situación en cada población y hacer las correcciones necesarias para las plantas de tratamiento, complementarlas o construirlas", acotó Orsolini.
Acueductos.
El plan de asistencia servirá de paliativo y como una solución transitoria para las poblaciones más afectadas por la contaminación, hasta tanto se construyan 12 acueductos planificados para abastecer a toda la provincia, cuyas obras demandarán unos cuantos años.
"A partir del arsénico y de los nitratos que encontramos, nos plantemos llegar con agua potable a todo el territorio santafesino. Hicimos previsiones y llegamos a la conclusión de que la única fuente confiable y disponible es el río Paraná, aunque es muy probable que se llegue a buen término con Santiago del Estero para tomar agua del Río Dulce y llevarla al noroeste", indicó el secretario de Aguas.
"Tenemos todos los proyectos listos y el estudio económico indica que habrá por lo menos un período de 15 años para que estén en uso. Hay uno de ellos que comenzó la Nación en 2006 (Centro) que está próximo a ser habilitado. Otros dos acueductos fueron licitados en 2007, pero detuvimos ese proceso al asumir porque no tenían proyecto. Ahora vuelven a ponerse en venta los pliegos y estamos a la búsqueda de financiación para la construcción de más acueductos", resumió Orsolini.
Además, "el ministro decidió que en 2009 haya un acueducto con toma en el puerto de Reconquista (Noreste 2) por el que se firmó recientemente un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional de Reconquista y estamos en la búsqueda de una nueva fuente de financiación", agregó.
Preocupante. Orsolini observó que "el tema es histórico en la provincia. La zona sur en su totalidad tiene arsénico en el agua subterránea, así como toda la banda oeste".
Para Ciancio, el estado general de saneamiento en la provincia es "muy preocupante" y el panorama que se vive es "producto de una ausencia histórica de políticas de saneamiento en la provincia de Santa Fe. No se planificó qué se iba a hacer con el consumo de agua de las poblaciones y hemos llegado a esta situación que nos obliga a asistir en forma inmediata a estas localidades que se encuentran más comprometidas, que no pueden pasar 15 años más sin ninguna asistencia sanitaria estatal", remató.
Millones de argentinos en riesgo
Cuatro millones de argentinos corren riesgo de enfermarse e incluso morir por los altos niveles de arsénico en el agua tanto de pozo como de red en al menos 16 provincias, según un informe publicado ayer en un diario de tirada nacional.
La ingesta prolongada de este químico puede generar hidroarsenicismo crónico regional endémico (Hacre), y puede aparecer tras la exposición a niveles mayores a 0,010 miligramos por litro en agua. Lo alarmante es que en casi todo el país existen áreas donde hay entre 0,050 y 0,11 (o más) miligramos por litro.
En 2007, y en consonancia con la OMS, el Código Alimentario Argentino redujo de 0,05 a 0,01 miligramos por litro el máximo de arsénico permitido en agua de red. Los proveedores del servicio tienen cinco años para adecuar sus plantas, pero "no tienen los recursos necesarios", advirtió el director de Determinantes Ambientales del Ministerio de Salud de la Nación, Ernesto De Titto.
"Todo el sistema de atención médica tiene una débil conciencia sobre el tema. Hicimos un programa de capacitación en muchas provincias, pero no hay un registro adecuado: nadie puede decir cuántos enfermos hay", afirmó el funcionario en declaraciones al diario Clarín. Además, hay quienes aseguran que pocos dermatólogos saben reconocer el hidroarsenicismo.
Señales. La enfermedad se caracteriza por lesiones y tumores en la piel, principalmente en zonas sin exposición solar, como manchas con escamas en la superficie, nódulos, úlceras, verrugas, piel engrosada y oscura. También pueden aparecer lesiones en palmas de las manos y plantas de los pies.
El consumo crónico de agua con arsénico también es un factor de alto riesgo para el cáncer de vejiga y de pulmón. Además está asociado a diabetes, neuropatías, hipertensión y nefropatías. Los más vulnerables son los niños, las embarazadas y en lactancia, desnutridos y pacientes renales y hepáticos.
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