En épocas mejores, este aula en una escuela del distrito de Sunsari, en el Nepal meridional, habría estado repleta de jóvenes estudiantes. Hoy, sin embargo, alberga a los 80 integrantes de 10 familias desplazadas por la crecida del río Saptakoshi, cuyas aguas arrastraron a su paso todo lo que poseían.
En la escuela, las condiciones son espartanas. Los niños duermen sobre el frío piso de cemento de las aulas, sin mantas ni vestimenta adecuada. Aumenta el número de casos de neumonía entre los más pequeños, cuyas madres tienen problemas para alimentarles.
"No tenemos colchones ni mantas, de manera que nuestros hijos tienen que dormir así", explica la Sra. Begum, de 40 años de edad y madre de 11 niños. "Tengo problemas para obtener comida para mi hija de tres años. Normalmente, le daba leche de vaca, pero el río nos quitó todo el ganado".
Otras mujeres del campamento tienen problemas similares a los de la Sra. Begum. Shahida Khatun, de 25 años de edad y madre de cuatro niñas, está embarazada de siete meses. Para llegar al campamento, la mujer tuvo que vadear las frías aguas de la crecida, que le llegaban hasta el cuello. Tarja, su marido, está preocupado por la salud de su mujer y de su hijo por nacer.
"Mi esposa comenzó a perder sangre desde que llegamos al campamento", explica. "Aunque la trataron en el hospital, todavía está débil. Estoy preocupado por ella porque no recibe alimentación adecuada ni dispone de un lugar seguro para descansar".
Preocupación por las adolescentes
Mientras las familias desplazadas esperan que el gobierno las reasiente en sitios más seguros, las mujeres, y en especial las madres de niñas adolescentes, están profundamente preocupadas.
Naima Khatun, de 32 años, no deja de pensar en sus dos hijas adolescentes. "Compartimos esta habitación con cinco familias más", comenta. "De noche no puedo dormir pensando en la seguridad de mis hijas. Nos resulta muy embarazoso compartir tan poco espacio con hombres desconocidos".
A fin de dar respuesta a los problemas de privacidad y seguridad, UNICEF y sus aliados están instalando 320 casetas de baño para mujeres y niñas adolescentes. UNICEF también colabora con la instalación de retretes separados para hombres y mujeres y ha solicitado medidas para reducir el peligro de violencia contra las mujeres, como el mejoramiento de la iluminación y la realización de patrullas de seguridad.
Además de ello, UNICEF colabora con sus aliados locales para vigilar y denunciar los problemas de protección en los campamentos y para garantizar que se brinde apoyo psicosocial a quienes lo necesiten.
UNICEF brinda apoyo material
UNICEF también colabora con la organización Save the Children en la creación de 30 espacios seguros para los niños y niñas que viven en el campamento de Sunsari. En esos espacios se llevarán a cabo diversas actividades que beneficiarán a los niños, como programas de desarrollo en la primera infancia, clases de educación no estructurada y de preparación para la vida, labores de apoyo psicosocial y diversas actividades de recreación.
En lo que concierne al apoyo material en los distritos de Sunsari y Saptari, donde se produjeron las inundaciones, UNICEF ha distribuido 1.000 mantas para los niños y niñas de corta edad y está adquiriendo conjuntos de prendas de vestir para 10.000 niños, niñas y jóvenes, así como 3.000 conjuntos de ropa de cama y prendas de vestir para mujeres embarazadas y lactantes.
Las labores de ayuda de UNICEF ya han beneficiado a unas 10.000 personas, y la organización se proponen prestar similares servicios a un total de 55.000 damnificados que se alojan en refugios provisorios en la región.
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