Los grupos parlamentarios del PSOE Y PP de Castilla-La Mancha han reafirmado hoy en el Debate del estado de la Región mantener la exigencia de que el trasvase Tajo-Segura caduque en 2015, como pactaron para la reforma estatutaria. Esta propuesta castellano-manchega choca frontalmente con los gobiernos de la Murcia y la Comunidad Valenciana, que piden mantener el trasvase en sus actuales condiciones, con el respaldo del Ministerio de Medio Ambiente.
El presidente regional, el socialista, José María Barreda, ha propuesto a la jefa de la oposición, María Dolores de Cospedal, que ambos grupos renunciasen a sus propuestas de resolución y pactasen un texto único en el que se ratifique la petición unánime alcanzada en enero de 2007. El objetivo de la reunión es, según Barreda, suprimir los "pellizquillos de monja" que incluían ambas resoluciones, que podrían incomodar al otro grupo, y, tras recordar la unanimidad pasada, añadió: "no lo estropeemos ahora".
Los diputados José Molina (PSOE) y Leandro Esteban (PP), quienes se han reunido para tal fin, han sido quienes previamente han defendido las propuestas de resolución. A pesar de algunos desacuerdos, ambos diputados han coincidido en "reafirmar" -en la expresión socialista- y "reiterar el apoyo" -según reza la propuesta popular- a lo pactado sobre la caducidad en 2015 del acueducto Tajo-Segura.
El presidente de la comunidad ha recalcado el valor del consenso a la hora de afrontar una tarea que se antoja difícil, pues implica "enmendar la plana" a algo que ha sido "asumido y santificado" desde hace mucho tiempo y que reporta un claro beneficio a otro territorio español. No obstante, Barreda ha insistido en que las cosas han empezado a cambiar y que, en realidad, el trasvase Tajo-Segura tal y como fue concebido (sin dejar agua a su paso por Castilla-La Mancha) ya ha "empezado su final".
Cospedal, al aceptar retirar la resolución de su grupo y negociar un texto conjunto, ha confiado en que el PSOE no incurra en "ratonerías".
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