Un chaparrón en la madrugada sirvió para apagar el importante incendió que afectó a plantaciones de eucaliptos y pinos, en campos de Villa Olivari, muy cercano a la Ituazaingo. El fuego que se inició el martes y que habría afectado a más de 1.000 hectáreas agravado, pudo sofocarse: “fue una bendición del cielo” sostuvo Pabla Servin, de la Dirección de Defensa Civil.
“Fue un incendio de real importancia, pero en todo momento se trabajó para controlarlo. Por causas ajenas al trabajo de bomberos, policía y recursos forestales, había momento en que no se podía pararlo” destacó la funcionaria
“La superficie dañada es de 2.000 y 2.500 hectáreas entre bañados y pastizales. En líneas generales hay alrededor de 600 hectáreas dañadas de forestación de distintas edades entre pinos y eucaliptos. Estos datos van a ser mas certeros cuando se realice el peritaje final”.
Este nuevos incendio forestal demostró que se deberá aumentar la prevención para evitar futuros problemas “se debe trabajar lo más coordinadamente posible. Hay que prevenir las quemas, tener cuidado con las colillas de cigarrillo, por la gran sequía después surgen estas cosas. Los dueños de las forestaciones deben tener los cortafuegos limpios dado que con eso se puede evitar propagaciones mayores” apuntó Pabla Servin.
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