El Gobierno busca reducir los subsidios, o no seguir incrementándolos. En esa línea, la decisión oficial es ir ajustando las tarifas de todos los servicios públicos. Pero los funcionarios no piensan avanzar con todas las empresas a la vez. El agua, en la lista de espera para fin de año
Una vez que estén vigentes los aumentos de la luz y el gas, la intención oficial es retocar las tarifas del servicio de agua potable y cloacas que presta la estatal AySA.
La idea en danza es aplicar una suba que oscilaría entre el 15 y el 20% a partir de noviembre.
Las tarifas del servicio de agua están congeladas desde el año 2000 y el criterio que se baraja para el aumento es el mismo que se ha utilizado para los sectores eléctrico y gasífero: que paguen más los usuarios que más consumen y los que tienen mayores ingresos.
Para llevar a la práctica este esquema de aumentos diferenciales, una opción que barajan los técnicos es seguir la metodología que adoptó el Gobierno porteño con el último aumento del ABL. Dividir la Capital Federal por zonas y aplicar las subas más elevadas a los que viven en los barrios de mayor poder adquisitivo.
En tanto para los 17 partidos del conurbano que están bajo la órbita de AySA, se buscarían otros criterios de diferenciación basados en la ubicación geográfica y las superficies construidas que tienen los usuarios residenciales.
Un nuevo incremento para la electricidad
El sector eléctrico ya tuvo un aumento de tarifas, que apuntó a mejorar los ingresos de Edenor, Edesur y Edelap y que rige desde el 1º de julio. Pero ahora se discuten otros ajustes destinados a reducir los subsidios que el Estado paga al sector.
El alza de julio fue del 21 por ciento en promedio para las casas de familia que consuman más de 650 kw. Fue la primera vez, desde la devaluación y pesificación de tarifas, que se ajustó el costo del servicio a los usuarios residenciales. Y además hubo un ajuste del 10 por ciento para los comercios e industrias.
Ahora, las distribuidoras (Edenor, Edesur, Edelap) conversan con el Gobierno la posibilidad de que les cedan el 50% de las multas que cobran a quienes consumen más energía, por el PUREE. Eso representaría un equivalente al 5% de la tarifa. Y el objetivo sería financiar el alza de los costos de los planes de obras.
Pero además hay otra alza tarifaria de la electricidad en discusión en estos días, que estaría destinada a las usinas generadoras. Se busca así achicar el subsidio que reciben esas empresas por los combustibles: el Gobierno les entrega el gasoil que utilizan comprándolo en el mercado internacional a valores muy superiores a los locales. Este aumento se centraría sobre todo en un segmento, las casas de familia que consumen mas de 1.000 kw. que pasarían a pagar la luz a valores reales de producción.
Transporte, un ajuste frenado
El primero de este mes comenzó a regir un nuevo incremento en los salarios de los choferes de transporte. Desde el 2001, cada aumento de sueldos de colectivos, trenes o subtes fue acompañado de un alza de subsidios para financiarlo. Los privados, por eso, quieren un aumento de tarifas. El Gobierno, por el momento, lo descarta.
En enero pasado ya habían subido las tarifas del transporte, y los ingresos se destinaron a salarios. Pero ahora los empresarios esperan un nuevo incremento. "La Presidenta tiene sobre su escritorio el estudio hecho para el aumento", dicen en este sector.
"El ajuste no puede esperar mucho mas, porque ya está rigiendo el alza de salarios pactada con UTA y con Unión Ferroviaria. Se cerró en mayo, una parte retroactiva a marzo, y otra a aplicar ahora en setiembre", agregan los empresarios.
Ellos incluso especulan que el alza llevaría el boleto mínimo de colectivo a entre 1,10 y 1,25 pesos, y el de tren a 0,85 o 0,90 pesos.
En ese contexto, los empresarios le plantearon al Gobierno un pedido adicional, que no haya precios terminados en 5 centavos. "Es que no se consiguen monedas, y después es dificil dar el vuelto, todo terminaría en un permanente enfrentamiento con los usuarios", señalan en el sector.
Pero en el Gobierno tienen un punto de vista diferente sobre el tema. "El ajuste para las tarifas de colectivos, trenes y subtes es algo que no está decidido, que por ahora no se concretará", aseguró anoche a Clarín una altísima fuente oficial.
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