Años atrás, el arroyo El Infiernillo atravesaba barrancas y cañadones, con sus márgenes poblados de flora y fauna autóctona, hasta que sus aguas se unían con las del río Suquía. Pero el impresionante desarrollo inmobiliario que desde hace unos años se registra en ese sector del oeste de la ciudad de Córdoba, despertó preocupación entre los vecinos que viven en los barrios San Ignacio, Villa Siburu y Quebrada de las Rosas.
A pocos metros de una de las nacientes del arroyo –en un predio delimitado por la avenida Colón, avenida Cárcano y calle Calandria– la empresa Gama comenzó a construir ocho torres de departamentos, denominadas Complejo Alto Villasol. El movimiento de tierra que está realizando alertó a los vecinos por las consecuencias que podría tener sobre el curso de agua.
“Estamos preocupados, tememos que se vaya a tapar el nacimiento de la vertiente”, manifestó el presidente del centro vecinal de San Ignacio, Hugo Arce. “Sabemos que se viene un entubado, que van a rellenar El Infiernillo, y luego el loteo. Vemos ese avance, es un proyecto para que lentamente se lo tape y se lo lotee”, agregó Arce.
Sin embargo, el Estado y la empresa negaron esa posibilidad. La Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, informó que Gama “presentó la documentación necesaria para cumplimentar la legislación vigente en materia de ocupación de suelo”.
Sobre el tratamiento del curso de agua, indicaron que la empresa realizará una obra de sistematización mediante el revestimiento de cauce. “La obra permitirá el tránsito sin desbordes del caudal definido para el trazado de la línea de ribera (...), y asegurará que los caudales, después del emprendimiento, no modifiquen la situación de los terrenos de aguas abajo”, afirmaron.
Por su parte, la directora de Impacto Ambiental de la Municipalidad, María Inés Pardiña, aseguró que el proyecto de Gama posee la declaración de impacto ambiental aprobada. “Tienen las autorizaciones correspondientes, y puedo garantizar que cumple con las acciones de mitigación necesarias. Después hay que controlar la ejecución de obras”, dijo la funcionaria.
La respuesta de la empresa. Alicia Picco, encargada de proyectos de la empresa Gama, sostuvo que la construcción que están realizando no afectará al arroyo El Infiernillo.
“El agua no surge en nuestro terreno, sino varios metros más abajo”, explicó Picco. Según la mujer, por el predio de Gama pasa un brazo del curso de agua que se cortó con la construcción del cruce de Colón y Cárcano.
Pero con el cierre de la avenida de Circunvalación, se derivará por ese cauce el agua proveniente de desagües pluviales. “Vamos a realizar una obra hidráulica, que es un canal a cielo abierto que va a tener dos márgenes verdes, que traerá agua solamente cuando llueva y seguirá el curso natural del cauce”, afirmó Picco.
Finalmente, desde el Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha) informaron que, por pedido de los vecinos, realizarán un seguimiento legal sobre las obras que ejecuta la empresa, en lo referido a la conservación de El Infiernillo.
Denuncian vertido de escombros en el cauce
El presidente del centro vecinal de San Ignacio, denunció el constante vertido de escombros en el cauce del arroyo El Infiernillo, en la zona de las calles Figueroa y Cano.
“Vienen los carreros, camiones sin patente, camionetas cuatro por cuatro, todos de noche, y arrojan escombros al cauce”, afirmó Arce. Si bien el municipio limpia todos los viernes ese predio, se acumulan sedimentos que afectan el curso de agua.
El director del CPC de avenida Colón, Daniel Montoya, reconoció el problema, pero aseguró que las posibilidades de control son escasas. “Tiran en momentos que no se puede controlar”, dijo el funcionario. “Sólo tenemos cuatro inspectores para toda la zona”, finalizó.
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