Las bajas temperaturas que inesperadamente volvieron a cubrir gran parte de la geografía provincial cierran un invierno atípico donde el calor se hizo sentir durante largas semanas.
En lo que va del año las lluvias fueron escasas y el frío se extendió mucho menos tiempo que el invierno anterior.
Meteorólogos de la región coinciden en que durante los próximos meses seguirá la tendencia de precipitaciones aisladas, lo cual indicaría que la sequía tendería a agudizarse.
“Vamos a tener eventos de lluvia durante el periodo primaveral, entre este mes y octubre. Venimos de un periodo de invierno seco”, señalaron.
Respecto a los cambios más significativos que se están dando en esta región del país, comentaron que “son una realidad palpable los veranos anticipados o prolongados en el tiempo, e inviernos cada vez más cortos, situación que se da por años, no todos”.
Tradicionalmente el invierno se extendía desde junio hasta agosto, lo que no se dio este año y ahora al hablar de precipitaciones no hay parámetros definidos, ya que es muy variable con características particulares en cada región. “En algunas regiones llueve en exceso y en otras hay un gran déficit”, remarcaron.
Los cambios climáticos pueden percibirse en los actuales problemas de inundaciones que padeció el noroeste meses atrás, donde persistió un comportamiento bastante inusual del Bermejo, debido a que si bien se sabe que el río es un curso fluvial que tiene su periodo de crecida, de alimentación fluvial, que comienza hacia fines de año, entre noviembre y diciembre, culminando en abril, pero este año ha ocurrido algo muy inusual.
Cambios
Según un informe presentado por Argentina a las Naciones Unidas, en las distintas regiones del país se irán produciendo cambios climáticos durante las próximas décadas. El estudio abarca un horizonte temporal de cien años. En lo que hace a Formosa, el análisis señala que habrá un corrimiento de las precipitaciones desde el este, hacia el centro-oeste. La temperatura subirá y producirá un severo déficit hídrico en la región. Es posible la extinción o modificación de ecosistemas, debido a la magnitud y permanencia.
Esto sucederá en Formosa y en la región Litoral en las próximas décadas, como consecuencia directa del cambio climático.
Surgen de las conclusiones para los próximos cien años en la Argentina que dio a conocer la la Secretaría de Ambiente de la Nación. Se trata de un reporte oficial que debe realizar el país periódicamente para presentar ante una comisión intergumental de cambio climático de las Naciones Unidas.
El informe abarca a las distintas zonas del país. El estudio para la región Litoral abarcó las perspectivas climáticas para las próximas décadas en las provincias de Formosa, Chaco, Santa Fe, Misiones, Corrientes y Entre Ríos. La investigación estuvo a cargo de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral.
El objetivo del análisis fue el de determinar las consecuencias del cambio del clima sobre los recursos hídricos de la región del Litoral–Mesopotamia.
Para ello, se realizó un diagnostico de la situación actual (línea de base ambiental) y se plantearon escenarios futuros (2080/2090) para las condiciones previstas en los determinados escenarios climáticos seleccionados.
La descripción de la línea de base ambiental de la región incluye estudios de climatología, de hidrología superficial y subterránea, la evaluación de los sistemas de control de inundaciones existentes (medidas estructurales y no estructurales), una valoración de las tensiones ambientales por exceso y/o déficit hídrico, las características del subsistema social y sus usos diversos. También se describe el Sistema de Información Geográfico que se elaboró, los objetivos y resultados que se pueden obtener de su operación.
Para establecer una relación entre las características y particularidades del clima actual (1981- 90) con el clima esperado para fines del siglo XXI, tomando como referencia el estimado para la década 2081-2090, se tomaron los resultados del Modelo Climático de área limitada del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA-UBA), provenientes del componente “Estimación de Escenarios Regionales de Cambio Climático Mediante el Uso de Modelos Climáticos Regionales”.
Misiones, Corrientes, nordeste de Entre Ríos, norte de Santa Fe, Chaco y Este de Formosa: Se estima una reducción de las precipitaciones promedio.
Oeste de Formosa, centro y sur de Santa Fe, y oeste y sudeste de Entre Ríos: Un incremento de las precipitaciones promedio.
En lo que hace a hidrología superficial se experimentaría un aumento severo de déficit hídrico en la región.
Por ello la recomendación es incorporar o aumentar el abastecimiento de agua para riego en la región durante meses de primavera/verano.
De acuerdo al pronóstico, habrá dificultad para sostener la producción agrícola y el abastecimiento de agua para consumo humano con recurso hídrico local en los sectores Centro-Oeste de las provincias de Formosa y Chaco.
El estudio alerta sobre la posible extinción o modificación de ecosistemas, debido a la magnitud y permanencia de déficit hídrico durante casi todo el año.
Debido al incremento de la temperatura del aire, que generará un aumento evapotranspiración, producirá una disminución de los excesos hídricos.
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