Dispuesta a recuperarse de la crisis que afecta a su gestión, la presidenta Cristina Kirchner le dio a su visita de Estado a Brasil una importancia especial en busca del respaldo político necesario cuando todavía hay vestigios de la turbulencia en el nivel nacional. Casi todo el gabinete se sumó a la comitiva que la acompañará hoy, cuando se reúna con su par Luiz Inacio Lula da Silva, para mostrar que la integración se encamina a dar pasos contundentes.
El primer encuentro entre ambos presidentes, en rigor, fue ayer, pero sólo hubo lugar para comentarios de ocasión. Ambos mandatarios compartieron el acto oficial por la independencia de Brasil. Sólo hoy harán anuncios en materia de integración. Esa integración que tanto pregonan. De hecho, la estada de tres días de Cristina Kirchner en Brasil y la presencia de su gobierno en pleno la muestran dispuesta a reforzar la alianza regional para enviar una señal más al mundo, después de su anuncio de cancelar la deuda con el Club de París.
Con esa idea de buscar aliados tras la fuerte crisis, la reunión que mantendrá hoy a solas con Lula, en el Palacio del Planalto, la sede del gobierno local, mostrará a la Presidenta dispuesta a avanzar en una nueva etapa diplomática.
La primera medida que tomarán ambos presidentes será la eliminación del dólar para el comercio entre ambos país.
Ayer, funcionarios de la Cancillería trabajaron hasta última hora para cerrar el acuerdo que firmarán los presidentes y que contempla como punto máximo el pago en pesos y reales para las transacciones comunes, que posibilitará el acceso al mercado de las pequeñas empresas y una mayor competitividad, que rondaría el 5 por ciento, gracias al ahorro en costos financieros y cambiarios.
Por eso al atardecer de esta poblada ciudad que sólo por el domingo se mostró callada, llegó una comitiva argentina ampliada con el presidente de Banco Central, Martín Redrado. Es que las autoridades monetarias serán las encargadas de compensar las diferencias del tipo de cambio que existirán con la eliminación del dólar. La medida comenzará a implementarse el mes próximo.
Amplia comitiva
Desde ayer, casi todo el gabinete se instaló en este país. Llegaron en el Tango 02 el ministro de Economía, Carlos Fernández; el jefe de Gabinete, Sergio Massa; la ministra de Defensa, Nilda Garré; el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y hasta el interventor en el Comité Nacional de Radiodifusión (Comfer), Gabriel Mariotto. Ya habían viajado con la Presidenta el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el canciller Jorge Taiana.
Cristina Kirchner aprovechó la poca actividad de ayer para recluirse en su habitación del piso 15 del hotel Kubitschek y ni se mostró en toda la tarde.
El encuentro de hoy con Lula será la continuación del mecanismo conjunto de integración entre los presidentes que se acordó en febrero pasado, en el que pactaron avanzar en temas relacionados con ambas economías. Pero sólo el pago en moneda local alcanzó los niveles necesarios para hacer el anuncio.
El resto de los trabajos quedarán para presentar más adelante y hoy aparecerán en la declaración conjunta que firmarán los presidentes como buenas intenciones. Entre ellos, Taiana dijo a LA NACION que el más importante en la agenda binacional es la creación de la hidroeléctrica Garabí. Tanto él como De Vido anticiparon que se firmará un convenio para lanzar la licitación de la obra dentro de 24 meses. Por el momento, sólo hay estudios de factibilidad en la zona de Misiones, sobre el río Paraná, donde se instalará la represa binacional.
Aerolíneas Argentinas
Además, el ministro de Planificación confirmó que en la reunión entre Cristina y Lula se hablará de la compra por parte de la Argentina de 26 aviones a la empresa brasileña Embraer para equipar la recientemente reestatizada Aerolíneas Argentinas, tal como anticipó ayer LA NACION.
Además, a último momento se incluyó en la declaración que saldrá de aquí un apartado sobre la televisión digital.
El Gobierno aún debe elegir el tipo de norma por el que optará antes del proceso de digitalización, que se prevé que estará terminado recién dentro de unos cinco años. Brasil adaptó la norma japonesa, tras desechar la norteamericana y la europea, y la Argentina tiene intención de copiar el modelo. Pero no se avanzó demasiado a pesar de que la intención del Gobierno es tener resuelto el tema este año. Lula intentará también convencer a Cristina.
Además, la Presidenta tendrá tiempo para hacer campaña ante Lula por su marido, Néstor Kirchner. No es que el titular del PJ se lance a la carrera electoral, sino que quiere levantar su perfil en el ámbito internacional y se postula para ser el nuevo secretario de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). Lula, en principio, le dio su aprobación.
Envidia
El vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, ironizó sobre la "envidia" que Cristina Kirchner dijo tener por el nivel del empresariado brasileño. "Nosotros envidiamos las condiciones con las que trabajan ellos. Sería distinta la situación en la Argentina si aquí tuviéramos las mismas políticas de estímulo y financiamiento que tienen los empresarios brasileños", dijo en la exposición rural de Concordia.
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