Tras su devastador paso por Haití -donde dejó decenas de muertos-, las islas Turcas y Caicos, y las Bahamas, el poderoso huracán Ike, de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, se dirigía anoche hacia Cuba, donde más de medio millón de personas fueron evacuadas por precaución.
Según el último informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, el "extremadamente peligroso" Ike avanzaba ayer con vientos de hasta 215 kilómetros por hora desde el sudeste de Bahamas hacia la costa oriental de Cuba, y estaba previsto que continuara luego su recorrido hacia el centro de la isla.
"Es un peligro para todo el país", advirtió el jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet), José Rubiera, que advirtió sobre inundaciones costeras de hasta cinco metros, fuertes lluvias e intensos vientos, con "ráfagas muy superiores a los 215 kilómetros por hora".
Ante la inminente llegada del huracán, el gobierno cubano decretó la "alarma ciclónica" en las provincias orientales de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas y Camagüey, donde 600.000 personas, incluidos 13.000 turistas, fueron puestos a resguardo.
En La Habana, en tanto, cientos de cubanos comenzaron a abastecerse desde temprano de comida, velas y combustible, a la espera del segundo ciclón de gran intensidad que azotará a Cuba en menos de diez días, después del reciente paso del huracán Gustav, que causó enormes destrozos en la isla, pero ningún muerto.
"Es todo un récord. Nunca ha habido en Cuba dos huracanes categoría 4 tan cercanos", destacó Rubiera.
Luego de su paso por Cuba, se presume que el Ike pasará por Florida y el Golfo de México (donde Estados Unidos produce más del 26% de su petróleo), y enfilará luego hacia Luisiana, donde tres años atrás el huracán Katrina devastó la ciudad de Nueva Orleáns.
Ante tal posibilidad, el gobernador del estado, Bobby Jindal, formó un grupo de emergencia que se ocupará de posibles daños, mientras que los residentes de Florida empezaron a abastecerse de baterías, agua y contenedores de nafta.
"Parece que será una tormenta muy fuerte", pronosticó Bob Powers, funcionario de la administración de operaciones de desastres de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias de Estados Unidos, tras una conferencia de prensa en la que se informó sobre los preparativos para la llegada del huracán.
"Es inimaginable"
Poco antes del amanecer, el huracán Ike impactó ayer en Haití, la vecina República Dominicana, las islas Turcas y Caicos, y las Bahamas.
"Lo que pasó aquí es inimaginable", afirmó el diputado haitiano Pierre-Gérôme Valciné, de la norteña localidad de Cabaret, e informó que las fuertes lluvias e inundaciones dejaron por lo menos 48 muertos, entre ellos 13 niños.
El Ike es la cuarta tormenta en menos de un mes que azota a la empobrecida Haití, donde los huracanes ya han dejado alrededor de 600 muertos, además de destrozar puentes y caminos que complicaron aún más el envío de ayuda humanitaria a las zonas devastadas.
En la vecina República Dominicana, el ciclón dejó inundadas amplias regiones del país, pero las autoridades, que organizaron la evacuación preventiva de más de 44.000 personas, no reportaron víctimas.
El Ike también causó importantes daños en las islas Turcas y Caicos, y en las Bahamas, donde el viento derribó árboles y postes eléctricos, y arrancó los techos de muchas viviendas. Según informó el primer ministro de Turcas y Caicos, Michael Misick, el Ike dañó más de un 80% de las viviendas del archipiélago, mientras que cientos de pescadores perdieron sus lanchas por el huracán. "Esto es terrible , dijo, por su parte, un vocero policial de la isla Great Inagua, desde un refugio en el que unas 85 personas se concentraron para escuchar una radio. "Sólo podemos bajar la cabeza y rezar", agregó.
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