Como si no quisiera perderse visitar todas las provincias cubanas de alguna manera, el huracán Ike atraviesa esta mañana Cuba de este a oeste, desplazándose destructoramente por toda la isla.
Luego de tocar tierra en un punto cercano a Punta Lucrecia, Holguín, al filo de las once de la noche, Ike se internó en territorio cubano, atravesando primero el territorio holguinero y adentrándose después en el de Las Tunas y Camagüey.
A las seis de la mañana de este lunes el meteoro había perdido parte de su fuerza producto a la fricción con la tierra, y se ubicaba en la categoría dos de la escala Saffir-Simpson de un máximo de cinco.
No obstante, Ike mantenía vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora, con rachas muy superiores, y su presión central era de 952 hectopascal.
Los vaticinios del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología indican que el huracán se moverá al oeste a 24 kilómetros por hora, afectando durante el día a las provincias cubanas de Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Villa Clara, para llegar en horas de la tarde a Matanzas y continuar en la noche hacia el resto del Occidente de nuestro país.
Su trayectoria ahora lo inclina hacia el sur de la isla de Cuba, aunque se espera que después incline su rumbo al oeste noroeste para afectar posiblemente a La Habana y Ciudad de La Habana.
Actualmente casi todo el país está bajo vientos con fuerza de tormenta tropical o huracanados, mientras que es visible el impacto del mar en zonas de la costa norte de Guantánamo a Ciego de Ávila.
También se reportan marejadas e inundaciones costeras en la costa sur, y las lluvias fuertes afectan a toda la mitad oriental y la región central del territorio cubano.
Una información transmitida por la televisión cubana indica que los territorios de la provincia Holguín, por donde penetró el huracán Ike, se encuentran sin fluido eléctrico, mientras se perdió la señal televisiva que se generaba en la Loma de la Cruz, ubicada en la capital provincial.
También se contabilizan fuertes daños en las viviendas e innumerables caídas de postes eléctricos y telefónicos, lo cual ha ocasionado innumerables cortes de llamadas.
Penetraciones del mar de gran consideración fueron reportadas en el costero pueblo holguinero de Gibara, antes de que se interrumpieran las comunicaciones con dicha zona
Mientras, desde Guantánamo, en el extremo oriental, se reportaban cuantiosos daños en las viviendas y fuertes penetraciones del mar en la ciudad de Baracoa, donde el oleaje alcanzó la altura de un edificio de cinco pisos y el mar avanzó cientos de metros tierra adentro.
Tanto el centro del país, que ya comienza a sentir los embates de Ike, como el occidente de Cuba, se mantienen muy alertas a los partes emitidos constantemente por el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.
El Estado Mayor de la defensa Civil decretó desde ayer en la noche la fase de Alarma Ciclónica en todo el oriente y centro del país, mientras que el occidente se mantiene en Alerta Ciclónica.
El Ministerio de Educación en un comunicado informó de la suspensión de las actividades escolares en todo el territorio nacional, y se encuentran suspendidas todas las comunicaciones por ómnibus, trenes y vuelos nacionales.
Igualmente, en la playa cubana de Varadero, así como en el resto de los centros turísticos del país, se han evacuado a miles de visitantes hacia lugares seguros.
Más de treinta embalses se mantienen aliviando para evitar las inundaciones como consecuencia de las fuertes lluvias que ya está generando el huracán Ike.
Hasta el cierre de esta información no se reportaba ninguna víctima al paso de Ike por los territorios orientales.
Este es el segundo meteoro de gran intensidad que afecta a Cuba en menos de ocho días, situación inédita en la historia, pues hace apenas una semana el huracán Gustav, de categoría cuatro, devastó los territorios occidentales de Isla de la Juventud y Pinar del Río, donde a pesar de los graves daños no ocasionó ninguna víctima humana.
En todo el país la cifra de evacuados se estima en un millón de personas, en un gigantesco esfuerzo por evitar que Ike genere víctimas, como sucedió en Haití, donde sus lluvias causaron más de 50 muertes, las cuales se suman a las más de 600 dejadas por el paso de la tormenta Hanna hace apenas tres días.
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