La UNESCO y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, el PNUMA, develaron un plan para incluir a las marismas de Iraq en la lista del Patrimonio Mundial.
La iniciativa apunta a protegerlas y conservarlas, dado su valor cultural, natural y medioambiental para todo el planeta.
Las marismas de la Mesopotamia, en las que hay quienes creen que se situaba el Jardín del Edén de la Biblia, eran un complejo de lagos, humedales y terrenos aluviales, próximos al Tigris y al Éufrates.
Estos pantanos fueron víctima de las políticas del régimen de Sadam Husein, que prácticamente los secó y destruyó. Entre 200.000 y 300.000 "árabes de las marismas" o "madán", descendientes de los sumerios y los babilonios, tuvieron que desplazarse o exiliarse.
En 2002, los 9.000 kilómetros cuadrados de pantanos se habían reducido a 760 kilómetros cuadrados. Con la caída del Husein, el PNUMA inició de inmediato un proyecto para restaurarlos de un modo ecológicamente viable y sustentable. En la actualidad se ha recuperado entre un 50 y 60 por ciento de ellos.
Según la UNESCO, las marismas iraquíes no podrán someterse al Comité del Patrimonio Mundial antes de 2010. Este es el objetivo, que de cumplirse, podría hacer que se incluyeran en la lista en 2011. |
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