Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, estaban reunidos desde las 11.30 en el Palacio del Planalto, en Brasilia, para reforzar la integración política y económica de ambos países.
Cristina y Lula analizarán allí avanzar en la realización del proyecto de la represa Garabí, previsto sobre los márgenes del Río Uruguay, y luego se firmará el acuerdo que permitirá reemplazar el dólar norteamericano como moneda de intercambio comercial por el peso y el real.
Fernández de Kirchner fue recibida con una ceremonia de honor en las puertas del Palacio del Planalto, donde la aguardó su colega Lula Da Silva y el canciller brasileño, Celso Amorín, quien junto al argentino Jorge Taiana, entonaron los himnos nacionales de ambos países
Concluida la ceremonia, Fernández y Lula se dirigieron al despacho del mandatario brasileño para una reunión de trabajo.
Según la agenda oficial, después de esa reunión Lula y Fernández asistirán a la firma de varios acuerdos económicos y políticos entre sus dos países y se trasladarán al Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, para un almuerzo en honor de la mandataria argentina.
Fernández visitará luego la sede del Congreso y se entrevistará con autoridades del Supremo Tribunal Federal, para después regresar a Buenos Aires.
La Presidenta llegó a Brasil el pasado sábado, cuando asistió en la ciudad de Recife (noreste) a la inauguración de una planta del grupo argentino Pescarmona, que estará dirigida a la fabricación de molinos para generación de energía eólica.
El domingo acompañó a Lula en un desfile cívico-militar con el que Brasil conmemoró los 186 años de su Independencia de Portugal.
Fernández fue la primera mandataria latinoamericana invitada a estos festejos, que en años anteriores habían contado con los jefes de Estado de Portugal, Mozambique y Nigeria, y que en 2009 tendrán la presencia del presidente francés, Nicolás Sarkozy. |
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