Fernando Lugo con el secretario ejecutivo de Emergencia Nacional, Camilo Soares, y los gobernadores de los tres departamentos del Chaco. Fue ayer en el Palacio de Gobierno.
Tras una reunión con los gobernadores de los tres departamentos de la Región Occidental, el Jefe de Estado decretó ayer la medida que tendrá una duración de 90 días. “Quiero anunciar que en el día número 23 de nuestra gestión gubernamental, y habiendo escuchado esta mañana las profundas y sensibles razones de los compatriotas Oscar Núñez, gobernador perteneciente al Partido Colorado de Presidente Hayes; Walter Stockel, de la Alianza Encuentro Nacional-Patria Querida, de Boquerón, y Justo Fernández gobernador proveniente del Partido Colorado, del Alto Paraguay, no hemos querido demorar un minuto más para decretar la emergencia”, comenzó diciendo Fernando Lugo en un mensaje pronunciado desde el Palacio de Gobierno.
El Mandatario invocó “la grave situación provocada por la sequía en vastas regiones chaqueñas agravando al máximo las ya deplorables condiciones preexistentes en la calidad de vida o, más exactamente, las condiciones de sobreviviencia, principalmente de naciones originarias”, los indígenas.
“Esto supone que de inmediato, hoy mismo, empezarán a desarrollarse acciones de avanzada, y en pocos días más, lanzaremos oficialmente un plan que combine contingencia con proyección de seguimiento”, anunció.
“Hoy nos ponemos de pie y preparamos una marcha hacia el Chaco, con objetivos solidarios a sitios donde nadie nunca llegó y con un proceso de planificación, ejecución, monitoreo, y evaluación tan transparentes que cada acción, cada vacuna y cada frasco de agua que entreguemos, será informado con puntualidad y precisión”, prometió.
Lugo precisó que como consecuencia de la prolongada sequía, ya fallecieron seis niños indígenas. “La emergencia nacional está declarada, la solidaridad y la marcha hacia el Chaco comienza, el Chaco paraguayo también es de todos los paraguayos, como hemos afirmado más de una vez”, recordó.
El anuncio formuló el gobernante durante la presentación del documental “Chaco oikotevê ñanderehe”, en donde se reflejan las urgencias del Chaco. Estuvieron presentes el secretario ejecutivo de Emergencia Nacional, Camino Soares, los mandatarios departamentales y parlamentarios de la zona.
INDÍGENAS AÚN SOBREVIVEN
Un total de 266 comunidades indígenas: 129 en Presidente Hayes, 40 en Boquerón, y 30 en Alto Paraguay, ven diezmados sus territorios agrícolas, de caza y recolección. La sequía hizo migrar a los animales en busca de aguadas e inutilizó cultivos, pasturas y plantas medicinales, según la Secretaría de Emergencia Nacional. Unas 6.000 familias en situación de extrema vulnerabilidad llevan el número de grupos familiares necesitados de asistencia inmediata a 18.247. Además, los caminos están en mal estado y las telecomunicaciones obsoletas, conforme a los dados manejados por SEN.
EL GOBIERNO PIDE LA SOLIDARIDAD NACIONAL E INTERNACIONAL
En el Chaco Central no llueve desde hace seis meses
Existen comunidades en el Chaco Central donde no se producen lluvias hace más de seis meses, lo que afecta gravemente la calidad del agua para consumo. En las localidades indígenas la situación se torna más grave e incluso fueron reportadas seis muertes de niños nativos.
En el Alto Paraguay, sin embargo, la situación no es crítica con relación a años anteriores, puesto que en los meses de julio y agosto se produjeron pequeñas lluvias, que sirvieron para almacenar el vital líquido en los tajamares.
Pero estas reservas de agua comienzan a evaporarse en forma rápida, debido a las altas temperaturas y los fuertes vientos del sector sur que se presentan constantemente en la zona.
Los pobladores de la localidad de San Carlos, ex población obrajera, asentada a 100 kilómetros de Fuerte Olimpo, ya solicitaron a las autoridades de la Gobernación el envío de camiones cisternas para el acarreo de agua desde esta capital departamental.
Sin embargo, la carencia de agua en el lugar se debe a que el viejo tajamar con que cuentan los pobladores de la comunidad ya no logra acumular aguas en épocas de lluvia.
Por de pronto, en los diferentes puntos del Alto Paraguay todavía no se sienten en demasía los efectos de la sequía, ya que los campos dedicados a la ganadería todavía poseen reservorio de agua y algo de pastos.
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