Al menos un centenar de personas se manifestó a las afueras de la presidencia municipal para exigir de su gobierno la ejecución de obras y la transparencia en el manejo de los recursos; argumentan que el alcalde Moisés García Alvarado pasa más tiempo en la ciudad de Morelia que en sus comunidades.
Habitantes de los puertos Bermeo y de Las Huertas, además de la comunidad de El Jazmín, exigieron a las autoridades municipales atender las necesidades en materia de obra pública, esto ante la inactividad que durante meses se ha mantenido como constante por parte de la dirección de Obras Públicas y del Ayuntamiento, y luego de que como consecuencia de las intensas lluvias los caminos que comunican a sus localidades con la cabecera municipal sean intransitables.
De acuerdo con los manifestantes que exigen la rehabilitación de accesos, también se requiere culminar los trabajos pendientes, ya que la dirección de Obras deja botado a pie de carretera el material y montes de balastre por donde no se puede pasar; al respecto, el síndico, Gustavo Santos Colín, argumentó que es imposible cubrir las necesidades de las 72 localidades que integran la municipalidad, sobre todo “porque no se tiene el recurso”.
Sin embargo, la inactividad y desatención de la alcaldía pone en riesgo también la salud de los tlalpujahuenses, y de ello da cuenta el jefe de tenencia de Santa María de los Angeles, José Sánchez Hernández, quien refirió: “en Santa María existen dos obras de fosos sépticos que aún no se concluyen, es un desorden y generan contaminación y riesgos sanitarios para la ciudadanía, por lo que hemos traído muchas solicitudes al presidente y a la dirección de Obras, pero a ninguna de ésas se le ha dado respuesta; de tal forma, resulta muy molesto que no tengan la posibilidad de atender los reclamos de la población”.
En este sentido, el regidor Abad Hernández señaló que otro de los problemas al cual no se le quiere dar solución es el saneamiento de agua potable en la comunidad de San Francisco de los Reyes; una obra que se inició durante la administración de Josafat Berrios Maya, a fin de resolver las necesidades básicas y problemas de sanidad con una inversión tripartita de 330 mil pesos, y que por falta de tiempo no se concluyó, “la gente molesta acudió al Ayuntamiento para demandar la terminación de esta obra que ya no requiere mucho dinero, pero sí de la disposición de las autoridades. Nosotros –regidores– no sabemos si la administración pasada dejó o no recursos para su culminación, porque esa información también se nos ha negado como otras más”.
A decir de algunos integrantes del cuerpo edilicio, la información que debería ser pública se les ofrece a cuentagotas y en menor grado a la población, toda vez que la misma es sólo manejada por el presidente, la dirección de Obras Públicas y Tesorería municipal; Bernardo Bernal, regidor de Salud, comentó: “a nosotros siempre nos llega la información de rebote y cuando la tenemos ya es tarde para remediar o hacer negociaciones; la ciudadanía está inconforme porque no se ha trabajado al 100 por ciento como debería ser, ya que es la poca participación del presidente, quien sale constantemente a la ciudad de Morelia argumentando que va a gestionar recursos y obras, pero descuida el trabajo de las comunidades”.
Agregó que se pretende evitar ofrecer la información en relación con el manejo de las cuentas, los programas, salarios, entre otros, incluso cuando el gobierno quiere que se apruebe la cuenta trimestral, ésta se entrega el mismo día para la firma del acta. “Nosotros firmamos, pero en desacuerdo porque es una anomalía, no se nos da un informe ni copias de los resolutivos aprobados y tampoco se publican como lo marca la Ley Orgánica Municipal”, que en su artículo 28 refiere que el secretario del Ayuntamiento tiene la obligación de expedir copias certificadas de los acuerdos asentados a los integrantes de la alcaldía.
Asimismo, violenta lo establecido por el capítulo V artículo 32 inciso C fracción IX, que obliga a la administración a publicar la cuenta trimestral no sólo en el Diario Oficial de la Federación, sino en los de mayor circulación dentro del municipio, “aquí no se trasparenta el manejo de los recursos y se quiere aparentar hacia fuera que somos un equipo; no obstante, las decisiones las ganan el grupo del presidente por mayoría aunque no tengan la razón, y hay ciertos funcionarios que en vez de querer que la administración vaya creciendo hacen todo lo contrario; caso concreto la tesorera Bárbara Ocaña, quien burocratiza los procesos en cuestiones administrativas, lo que hace lentos los trabajos, y por su puesto los resultados”, puntualizó Bernardo Bernal.
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