Determinado como una medida para hacer frente a futuro a la crisis del agua, la dirección de Urbanismo y Ecología presentó al cuerpo edilicio el proyecto de los humedales, zonas de tierras, generalmente planas, en la que la superficie se inunda permanente o intermitentemente para la obtención de agua potable a largo plazo.
Una alternativa ecológica segura y sustentable que aprovecha las condiciones climatológicas para solucionar una problemática no sólo municipal, sino mundial; el proyecto y su mecanismo fueron detallados, al tiempo que se ofrecieron diferencias entre lo redituable que resulta un humedal en comparación con una planta tratadora de agua.
De acuerdo con los expositores, la vida útil de un humedal es de 40 a 50 años y su costo operativo es relativamente bajo tomando en consideración que depende de un proceso sencillo, natural y biológico que ofrece bastantes beneficios a la población como el abastecimiento de agua y alimentos, regulación del caudal, polos de desarrollo, entre otros; un ecosistema híbrido que propicia la renovación de las aguas subterráneas que pueden extraerse para el consumo humano, o ampliar la vida útil del agua de lluvia hacia épocas más secas, sin contar con sus efectos microclimáticos y macroclimáticos, ya que la evapotranspiración de los humedales mantiene los niveles locales de humedad y de precipitaciones pluviales.
De igual forma, no generan olor ni ruido, resisten variaciones en caudales, se convierten en área para producción de la vida silvestre, pero sobre todo, no requieren de energía eléctrica como sucede en las plantas de tratamiento; es un proyecto que se determinó será respaldado por el Ayuntamiento.
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