El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) aumentó sus esfuerzos por controlar un virulento brote de cólera en Guinea-Bissau, donde la enfermedad ha causado la muerte de al menos 96 personas en los últimos cuatro meses.
Sólo la semana pasada se reportaron 300 casos nuevos de cólera, por lo que el organismo de la ONU trasladó a parte de su personal en los países vecinos para asistir a sus colegas en Guinea-Bissau.
El equipo de UNICEF se encarga de abastecer a la población con sales rehidratantes, medicamentos, tiendas de campaña, camas, cloro, hipoclorito de sodio y otros materiales, además de brindar información para que la gente adopte medidas preventivas.
El personal de UNICEF ha distribuido carteles, folletos y otros impresos cerca de las iglesias, mezquitas, mercados y otros lugares públicos con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de la higiene en el combate a la enfermedad.
Según datos de la ONU sólo uno de cada cinco habitantes del país africano tiene acceso al agua corriente ya que la infraestructura hidráulica y sanitaria data de la era colonial y ha sufrido un gran deterioro.