Desde hace ocho días, cuadrillas de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) y del Consorcio Yrendá comenzaron a romper la calle Lillo, desde Avda. San Martín hasta Gumercindo Sosa, para remplazar los caños de agua potable.
Tras el cambio, los obreros tapan la grieta en forma rudimentaria sin recapar la arteria. “De eso se va a ocupar la Municipalidad. A ese acuerdo se llegó”, explicó un empleado de la aguatera afectado a los trabajos.
En cada cuadra, realizan cuatro a cinco cortes trasversales depositando los escombros sobre la vereda.
Los frentistas se preguntan ¿por qué no se realiza la regularización asfáltica por tramos o cuadras una vez remplazada la red? “Dejan casi intransitable la calle. ¿Por qué no arreglan de una vez? ¿Dónde está el trabajo coordinado entre Essap y la Municipalidad? Una vez más estas dos instituciones, que no perdonan un peso a la hora de cobrarnos, demuestran su incompetencia”, dice Gustavo Aveiro, quien vive en Cap. Juan Motta c/ Lillo.
Agregó que las cuadrillas de la Essap no solo rompen la calzada sino también las aceras. “Esta gente nos funde hasta nuestras veredas. Hasta ahora ni se inmutaron a arreglar lo que hicieron. Es una vergüenza como trabajan. Son unos despelotados”.
Lentitud afecta ventas
Los comerciantes de la calle Lillo también manifestaron su desaprobación por la lentitud y falta de coordinación en el desarrollo de los trabajos. “Afecta directamente a las ventas. Hace tres días que los clientes no pueden siquiera ingresar a nuestra área de estacionamiento”, explicó Ana Ojeda, cajera de una farmacia.
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