Según el estudio nacional sobre los cambios climáticos en Macedonia, si la tendencia de calentamiento global prosigue al ritmo actual, la temperatura media anual en Macedonia aumentaría 3,8 grados centígrados hasta el año 2100, informó Efe.
A la vez, las precipitaciones se reducirían un 13 por ciento en comparación con el período de 1961 a 1990.
Desde hace años, especialistas en ecología y biología de este país del sureste de Europa, de unos dos millones de habitantes, han advertido de que las áreas de bosques de pinos se retiran hacia las partes más altas de las montañas.
A la vez, las áreas centrales de cerros y colinas se ven desgastadas por erosiones.
La pequeña ciudad central de Gradsko es considerada la zona más seca de Macedonia, país que en el año 2000 firmó el protocolo internacional de Kyoto sobre el cambio climático.
En Gradsko y la vecina ciudad de Demir Kapija se registró el año pasado una temperatura récord de 45,7 grados centígrados, la más alta desde el inicio del trabajo de la institución nacional de meteorología, en 1891.
Pese a que ya está bien entrado el mes de septiembre, la temperatura en Gradsko sube estos días hasta los 39 grados, el calor del aire dificulta la respiración y la sequía ha convertido la tierra en polvo que se levanta a cada paso.
El agricultor Metodija, de 68 años, propietario de una pequeña parcela de vid cercana a una senda rural de los entornos de Gradsko, se queja de que desde hace unos diez años se han agravado las condiciones de trabajo.
"He quedado como el único aquí en Gradsko que se dedica al cultivo de plantas. Otros han abandonado este trabajo. No hay agua. Sólo tenemos sequía, desde hace años", relató Metodija a Efe.
"El año pasado, durante dos meses de verano no cayó ni una gota de lluvia. Este verano no me acuerdo cuándo llovió la última vez", se lamenta antes de alejarse en su tractor hacia la aldea entre densas nubes de polvo que se elevan hasta ocultarle.
En el oeste del país, en el monte Bistra, colindante con Albania, los ganaderos se quejan de que debido a la sequía en los últimos años tienen dificultades para apacentar a sus rebaños en los antaño ricos prados.
"Mira que seca está la hierba. Eso no sería una problema tan grande ya que se acerca el fin del verano, pero la mayoría de los manantiales de la zona están sin agua. Tenemos que esperar horas para que las ovejas puedan beber de éste, el único que hay ahora", dice Xhavit, un pastor de 19 años de edad.
Según datos de una conferencia sobre los efectos del calentamiento global en Macedonia, que se celebró en Skopje a comienzos de mes, los principales emisores de gas carbónico y metano en este país son las centrales termo-eléctricas, con una aportación del de 64 por ciento de esos gases.
Les siguen el transporte, con el 7 por ciento y las granjas ganaderas, con el 6 por ciento.
"Si prosigue esta situación, lo peor será en las partes centrales y surorientales del país. También, es preocupante el aumento de las temperaturas en las zonas montañosas", advirtió la ecóloga Maja Azievska, del Ministerio de Ecología.
Las autoridades de Macedonia, país candidato a la adhesión a la Unión Europea (UE), han elaborado un plan para reducir las emisiones de gases que causan el efecto invernadero en el planeta.
De ejecutarse, sería posible reducir en un 43 por ciento la emisión del dióxido de carbono hasta 2025, pero los ecólogos nacionales se preguntan "¿qué hacer con los países grandes?", ya que Macedonia es sólo una gota en el mar de emisiones que provocan el calentamiento global.
"No es un asunto al que sólo deban dedicarse los (países) grandes y desarrollados. Ellos son los mayores contaminantes, pero debemos luchar todos juntos", indicó recientemente Tonny Junoper, de la ONG británica "Friends of Earth", en la prensa macedonia.
Las autoridades quieren, como un primer paso, habilitar las centrales termo-eléctricas que funcionan a carbón y fuel para que trabajen con gas.
No obstante, se trata de inversiones costosas de modo que no se han determinado plazos para la realización de ese proyecto.
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