Las secuelas de la inundación que dejó el río Fonseca en la comarca Ngöbe Buglé empiezan a mostrarse en toda su magnitud.
En el Ministerio de Salud (Minsa) informaron ayer que les preocupa los daños que sufrieron los acueductos rurales ubicados en esa zona rural, por el riesgo que esto representa para la salud de sus habitantes.
Los daños pueden provocar que las aguas se contaminen y esto podría propagar enfermedades entre los habitantes. El desborde del río –a finales de la semana pasada– afectó seis comunidades y provocó la muerte de cuatro personas. Dejó, además, a otras 400 personas a la intemperie.
Para atender las necesidades de esta comunidad, las autoridades enviaron a cuatro médicos que se unieron a otros 16 que están destinados a la región, para trabajar en la atención de los afectados. Además , se enviaron medicinas y alimentos secos.
Informes dados por el Minsa indican que las personas atendidas presentaban golpes en el cuerpo, porque fueron arrastradas por la corriente. También se han hallado muchos niños con gripe.
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