El Gobierno de la Ciudad deberá indemnizar con $ 70.000 más los intereses correspondientes a siete años de demora, a una vecina de Villa Urquiza que sufrió daños en su casa y en su auto por una inundación. Se trata de un fallo de la Sala A de la Cámara Civil, que tiene que ver con la fuerte tormenta que dejó bajo el agua a varios barrios de la Ciudad el 24 de enero de 2001. Aquel episodio tuvo como consecuencia la muerte de cinco ancianas que estaban en el sótano de un geriátrico de Belgrano R y se ahogaron.
La inundación se produjo por la caída de 96,5 milímetros de lluvia en una hora, que hicieron desbordar el arroyo Vega. En el expediente iniciado por la vecina, los abogados del Estado porteño dijeron que la cantidad de agua caída era infrecuente y que por ello no había forma de protegerse contra tormentas de ese tipo.
Sin embargo, los camaristas Fernando Posse Saguier, Ricardo Li Rosi y Hugo Molteni consideraron que son situaciones que se han repetido en las últimas décadas, por lo que la tormenta de aquel día no puede considerarse un hecho aislado.
Concretamente, el tribunal señaló que el Gobierno porteño violó "la obligación que le incumbía de controlar que los sumideros existentes se desempeñaran como óptimos conductores, ya que se vieron sobrepasados en su capacidad de absorción y conducción".
La vecina que hizo la demanda sufrió el anegamiento total de su casa, de la calle Plaza al 2000, y tuvo que mudarse hasta que hizo los arreglos para que la vivienda volviera a ser habitable. Además sufrió daños en su auto, que estaba estacionado sobre el pasaje Mártires Palotinos.
Aquella inundación se produjo cuando Aníbal Ibarra llevaba pocos meses como jefe de Gobierno y produjo indignación en los vecinos. El entonces secretario de Obras Públicas, Abel Fatala -hoy funcionario nacional en el área del ministro de Planificacion, Julio De Vido- fue hasta el barrio de Belgrano y soportó los gritos de la gente.
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