En declaraciones a Radio Universidad de Resistencia, el dirigente ruralista cuestionó la política del gobierno nacional por su actitud “suicida de provocar al campo”.
Más adelante explicó que “en el tema ganadero estamos en una crisis casi terminal de un gran sector porque confluyen dos circunstancias adversas que son terribles: la climática y la política”. La climática nos queda sólo rogar a Dios que llueva porque muy poca posibilidad de solución hay. Pero lo más desastroso de todo esto es el futuro: en esta zona donde se vacunaron 250.000 cabezas estimamos que se han perdido más de 100.000 cabezas. No hablamos sólo del muerto, hablamos de las vacas malvendidas, los novillos que no se pudieron terminar y se vendieron a muy bajo precio, los terneros en mal estado y la secuela de todos esto que va a ser de esta parición a la del año que viene que van a ser catastróficas y además nos estamos quedando sin vientres. En el Chaco hace falta una política de recuperación de largo plazo, diferencial respecto del resto del país”.
Insistió en que “esto es un desastre agropecuario porque las consecuencias no son sólo económicas, sino sociales. Aquellos que tienen una familia viviendo de una empresa pequeña de 500 vacas tienen una estructura de costos que no la pueden mover. Este productor es probable que intente aguantar uno o dos años y se va a achicar hasta desaparecer como productor”.
Narduzzi también dijo que “el error de la política actual es que acentúa el rumbo de caída que estamos llevando. El promedio de peso de animal faenado en el último año bajó seis kilos: se está liquidando stocks”.
El encuentro en Pinedo
Narduzzi explicó que “tenemos reunión de consejo directivo de CRA este miércoles y de allí volvemos a Pinedo que es la expresión del malestar que el productor común tiene producto de todas las cosas que perdió. Son toda la suma de políticas erróneas que han creado malestares inútiles”.
Más adelante Narduzzi señaló el ataque a la comisión de enlace para dividirla por parte del Estado. Afirmó que “es un suicidio tratar de destruir las cabezas cuando son sensatas, que no están pidiendo locuras que han tratado de arreglar siempre en la mesa de enlace. Si desaparece la mesa de enlace, es desconocer la esencia del productor. Al no tener dirigentes que le dicen cómo van las cosas y pidiéndole calma, esto va a ser una anarquía en la que cualquiera va a salir a poner miguelitos, a quemar un camión o un tren. Esto será mucho peor que tener enfrente un interlocutor que por más opositor que sea es inteligente y razonable como la mesa de enlace. Esa es la bendición que tiene este gobierno y está destruyéndola, es una locura, un suicidio”.
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