Las autoridades del Sanaa, de El Progreso, continúan gestionando en el Congreso Nacional la aprobación de más de 10 millones de lempiras para la nueva planta de tratamiento de agua en esta ciudad.
No tener la estación ha provocado que en los últimos años los progreseños hayan sufrido también serios problemas de desabastecimiento. Los vecinos se quejan de que en tiempo de lluvias el agua está llegando de un color “achocolatado” por no haber sido tratada. Es decir que su nivel de turbidez es alto porque es procesada por la vieja planta.
Óscar Paguada, jefe de Operaciones del Sanaa, dijo que el proyecto se encuentra solamente en diseño: “Continuamos buscando los fondos a través del Congreso Nacional.Es urgente que se apruebe para ejecutar el proyecto”.
Paguada explicó que el nuevo equipo funcionará con un mecanismo hidráulico, lo que permitirá a la empresa tener un buen ahorro en gasto de energía eléctrica.
El funcionario dijo que se les ha informado que para las últimas semanas de este año el fondo estará aprobado para comenzar con los trabajos de la nueva estación, que estará ubicada junto a la actual, ésta fue instalada hace muchos años con tecnología española.
Durante todo este tiempo la estatal ha trabajado en la instalación de nuevas redes para evitar que los más de 13 mil usuarios sufran por escasez. Hasta el momento la situación se mantiene estable.
Otro problema que enfrentan los progreseños es la deforestación en la parte alta de la montaña Mico Quemado. Para contrarrestar la situación, el Sanaa y la Municipalidad han entregado tubería a las juntas administradoras en varias aldeas del sector norte y sur del municipio para mejorar sus represas y tener una mejor captación del recurso que nace en la zona boscosa.
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