Cerca de 423 000 pakistaníes necesitan atención sanitaria urgente tras haberse visto afectados por los recientes conflictos e inundaciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados necesitan US$ 9,76 millones para emprender medidas sanitarias que salven vidas en esta crisis humanitaria.
Hay un alto riesgo de que se produzcan brotes de enfermedades transmisibles (diarreas acuosas, infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas por el agua y vectores) debido al gran número de personas que se han visto obligadas a alojarse temporalmente en instalaciones abarrotadas en las que podría haber problemas de saneamiento y salubridad del agua de bebida. Además, comienza la estación palúdica, con lo que hay grandes riesgos de propagación del paludismo a gran escala. Debido a la baja cobertura vacunal existente en algunas zonas, también son posibles los brotes de sarampión, que es una de las principales causas de muerte entre los niños.
«En Pakistán hay miles de vidas en riesgo si no actuamos inmediatamente para proporcionar atención sanitaria urgente a los afectados por estas terribles inundaciones y a quienes la violencia ha obligado a abandonar sus casas», ha dicho el Dr. Eric Laroche, Subdirector General de la OMS para Acción Sanitaria en las Crisis.
Los zonas de Pakistán más afectadas por las intensas lluvias monzónicas del mes de agosto fueron Peshawar en la Provincia de la Frontera del Noroeste (PFN) y Rajanpur en la Provincia del Punjab. Las casas hechas de barro han desaparecido, y se han destruido dispensarios, puentes y otras infraestructuras. Se han visto afectadas cerca de 200 000 personas en la PFN y 100 000 en el Punjab. Hay muchas personas que necesitan ayuda urgente, sobre todo ancianos, enfermos y discapacitados.
La violencia en la PFN y en las vecinas Zonas Tribales con Administración Federal (ZTAF) han forzado 123 000 personas a abandonar la zona en los últimos meses. Aunque un número considerable de desplazados han vuelto gracias al cese el fuego con motivo del Ramadán, se calcula que otras 400 000 podrían verse desplazadas si las hostilidades se reiniciaran después del Ramadán (finales de septiembre) o incluso antes. Los organismos de las Naciones Unidas no pueden llegar a otros 200 000 desplazados dentro de las FATA.
La OMS y el Ministerio de Salud están coordinando las actividades llevadas a cabo por el Grupo de Acción Sanitaria en Crisis Humanitarias para hacer frente a las necesidades sanitarias de las poblaciones de los campos y zonas de retorno, así como los servicios de salud de apoyo en los siete distritos que albergan a desplazados.
«Con el apoyo federal, las autoridades locales han proporcionado ayuda, en particular sanitaria y alimentaria», ha dicho el Dr. Khalif Bile, Representante de la OMS en Pakistán. «Sin embargo, la magnitud de la crisis es tal que se necesita más ayuda, en particular medicamentos, agua y materiales de saneamiento, para 150 000 personas. Es fundamental la restauración de servicios esenciales, tales como los servicios de salud.»
Como parte del Plan de Respuesta Humanitaria de Pakistán, la OMS ha anunciado una ayuda de US$ 5,5 millones destinados a:
coordinar las intervenciones sanitarias;
ofrecer atención primaria: tratamiento de enfermedades, atención maternoinfantil y apoyo psicosocial;
vigilar los brotes de enfermedades y el estado nutricional de la población;
evaluar los servicios de salud locales, identificar los daños, proporcionar equipos y arreglar las instalaciones;
mejorar la calidad del agua y proporcionar agua y saneamiento a las instalaciones sanitarias.
Los asociados de la OMS en el Grupo de Acción Sanitaria en Crisis Humanitarias necesitan en total US$ 4,26 millones de dólares para actividades sanitarias esenciales; entre ellos se encuentran el UNICEF (atención sanitaria maternoinfantil; por ejemplo, las vacunaciones), el UNFPA (servicios de salud reproductiva), la ONG Merlin (atención primaria), Islamic Relief Pakistan e International Medical Corps (servicios móviles) o Johanniter (servicios de salud maternoinfantiles).
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