En el primer debate público que se abrió para analizar el convenio por el río Atuel que firmaron La Pampa, Mendoza y Nación se escucharon varias críticas formuladas por especialistas y conocedores de la problemática hídrica.
El foro, organizado por la Fundación Chadileuvú y la Cooperativa Popular de Electricidad, tuvo un trámite serio y mesurado. Todos los expositores pudieron plantear sus puntos de vista ante un numeroso público que escuchó con atención y respeto y participó con preguntas y reflexiones al término de las disertaciones.
La importancia de este encuentro radica en que, por primera vez, se plantea la posibilidad de discutir públicamente el contenido del documento y con ello de escuchar voces autorizadas que plantean interrogantes. Hasta el momento, el gobierno provincial había guardado un perfil bajo y los funcionarios consultados al respecto sólo emitieron comentarios generales y de carácter político sobre el acuerdo pero prefirieron no incursionar en su contenido y, además, trataron siempre de bajarle el tono a cualquier polémica. Esta actitud fue objetada en el foro desde el público al contrastarse la parquedad oficial pampeana con el debate abierto que se originó en Mendoza en donde se viene registrando un intenso intercambio de opiniones con gran participación de sectores políticos y productivos.
Por tal motivo, el público pudo escuchar el martes un intercambio que resultó revelador al colocarlo frente a una serie de cuestiones sobre las cuales todavía no se había hablado.
Por ejemplo, la falta de referencias al trasvase de caudales del Río Negro, que contempla el propio Tratado del Colorado como forma de compensar, en su curso inferior, el incremento de salinidad que provocará una merma en el caudal por la extracción que realice Mendoza aguas arriba. Ese punto mereció especial atención de varios expositores y uno de ellos advirtió que esa omisión es preocupante pues se trata de la calidad del principal recurso hídrico pampeano que corre por todo el límite sur de la provincia en donde ya hay áreas bajo riego y otras previstas para su habilitación en el futuro.
Otro aspecto que mereció un señalamiento fue que el documento no dice nada sobre la calidad del agua que llegará al límite provincial pampeano por el canal a construirse. Si esas aguas reciben la influencia negativa de los retornos de riego de Carmensa su quimismo se verá seriamente afectado. A pesar del silencio del documento sobre ese punto, el Director de Investigaciones Hídricas, participante del foro en representación de la Secretaría de Recursos Hídricos, desestimó la preocupación al afirmar que el agua provendrá de la que aporte el cauce.
También mereció reparos el compromiso de La Pampa de invertir, no sólo en el tramo IV del canal marginal del Atuel, sino también en la red de riego primaria de San Rafael, General Alvear y Carmensa y la asimetría con respecto al hecho de que Mendoza no participará en el financiamiento del canal que llegará a nuestro territorio.
El gran volumen de agua que ingresará por el desvío en Portezuelo del Viento y que duplicará al caudal del Atuel fue también motivo de preocupación por la posibilidad cierta de reactivar el Curacó con descargas altamente salinizadas al Colorado o la imposición de "áreas de sacrificio" que también concentrarán sales al por mayor en territorio pampeano.
Por falta de espacio no se pueden reproducir varios otros aspectos que merecieron críticas de los panelistas pero lo cierto es que, así y todo, no fue objetado el interés del gobierno pampeano por llegar a acuerdos con Mendoza, tal como lo plantea al fallo de la Corte Suprema, sino la forma que éste adoptó. Es de aguardar que ahora sí se profundice el diálogo, y hasta la polémica, pues, como dice el refrán: "cuatro ojos ven mejor que dos".
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