(DyN) - La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación clausuró hoy 4 industrias de la Cuenca Matanza-Riachuelo por contaminación e irregularidades, en el marco de 34 allanamientos dispuestos por la justicia federal.
Se trata de un frigorífico situado en Esteban Echeverría, una curtiembre de Lanús, y otras dos fábricas de Capital Federal, en una de las cuales funcionaba un desarmadero donde fue detenida una persona, y en la otra, a la que "entraron por casualidad", detectaron que carecía de documentación.
Según informó el organismo a DyN, las clausuras se efectuaron en el marco de 34 allanamientos simultáneos dispuestos hoy por el titular del Juzgado Federal Nº 1 de Quilmes, Luis Armella, en
cinco municipios bonaerenses y Capital Federal.
Días atrás, la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, solicitó allanar empresas de la cuenca del Riachuelo que se resistían a ser inspeccionadas, al cumplir con el primer paso del fallo
de la Corte Suprema de Justicia que ordenó al Gobierno el saneamiento de esa zona.
En este sentido, el organismo presentó un informe ante el juez Armella, en el cual indica que 4.103 industrias que están radicadas en la Cuenca Matanza-Riachuelo tiran sus desechos en el agua
sin ningún tipo de tratamiento.
La Corte Suprema ordenó el 8 de julio a los gobiernos nacional, bonaerense y porteño sanear la cuenca y fijó plazos para las acciones.
De acuerdo a la Secretaría de Ambiente, las empresas se resistían a ser inspeccionadas por el organismo, que pretendía controlar si las mismas cumplen con las respectivas medidas de seguridad para no provocar contaminación.
En los operativos de hoy participaron más de 200 gendarmes y efectivos de las policías bonaerense y federal, en fábricas de diversos rubros, como curtiembres, químicas y empresas alimenticias de Lomas de Zamora, Lanús, Almirante Brown, La Matanza, Esteban Echeverría, Avellaneda y la Ciudad.
En el caso del frigorífico Estancia Restelli S.A., situada en Restelli 1630, de Esteban Echeverría, se "comprobaron deficiencias en los conductos internos para los vertidos de efluentes, e
inundada el área de trabajo de los operarios, con el consiguiente riesgo para su salud".
En tanto, en la curtiembre Central Leather, situada en Callao 2124, de Lanús, "se constató un mal acopio de residuos especiales, la ausencia de sistemas de contención para residuos peligrosos y
de su identificación pertinente, así como también vuelcos clandestinos de efluentes industriales en forma directa hacia conductos pluviales".
Las dos fábricas clausuradas en Capital Federal se encuentran una al lado de la otra, en la calle Guardia Nacional al 1300.
En la primera, que figuraba dentro de los 34 allanamientos, los inspectores encontraron que "en lugar de la industria había un desarmadero de autos", por lo cual la persona que se encontraba en
el lugar fue detenida por personal de la policía.
A la otra empresa "ingresaron por casualidad", según dijeron a DyN voceros de la Secretaría, "al ver que se trataba de una curtiembre que desconocían y que se ve que ni el gobierno porteño tenía registrada".
Allí detectaron un "pasivo ambiental descomunal, una industria del año 1946 que no tenía ningún tipo de documentación, residuos peligrosos dispersos, cueros amontonados sin tratamiento
preventivo en caso de incendio y falta de matafuegos".
En el informe presentado por Picolotti se denunció que las empresas Rivera Luis Alberto, Colorcenter SA, Monteluz SRL, Rafael Curcio, Cernigliaro Gustavo Enrique, Sánchez Sergio Daniel, Juan Bautista de Leo, Fundición Pinto SH, Fahe SRL, Envases del Oeste y David Arias, entre otras, se negaron a ser inspeccionadas en los últimos meses.
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